El diplomático comunicó que este mes esperan la visita de funcionarios de la Agencia de Control Sanitario rusa, quienes verificarán la calidad y cantidad de la producción boliviana de carne, soya y quinua, entre otros alimentos, con el objetivo de concretar un acuerdo de importación.
Por otra parte, dijo, ejecutivos de la empresa ferroviaria de la nación euroasiática analizarán las oportunidades de inversión y apoyo técnico para integrarse al proyecto del tren bioceánico que pretende enlazar los océanos Atlántico y Pacífico, atravesando Brasil, Bolivia y Perú, lo que agilizará y fortalecerá el comercio.
Asimismo, estudiaron la posibilidad de suscribir contratos para ejecutar proyectos energéticos con la industrialización del litio en zonas bolivianas como el salar de Uyuni, Coipasa y Pastos Grandes.
Sprinchán significó que esperan concretar proyectos buenos y exitosos para ambos países, pues ‘somos no solamente aliados políticos, sino también socios económicos’, apuntó.
La víspera Bolivia y Rusia celebraron 120 años de relaciones diplomáticas, iniciadas en 1898; desde entonces se establecieron 90 instrumentos bilaterales en los ámbitos científico, comercial, turismo, lucha contra el narcotráfico, minería, salud, defensa y energía, según reportes oficiales de la cancillería boliviana.