«El Cambio Climático desafortunadamente es un hecho indiscutible e irreversible y la única solución para no caer en la catástrofe climática anunciada es no acrecentarlo, evitando en todo los posible la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), principalmente el CO2, el CH4 y el O2N, todos ellos de origen antroprogénico.
Dado que casi el 80% de estos gases provienen de la generación eléctrica, urge emplear los sistemas de generación que no los emitan.
La energía nucleoeléctrica tiene un papel preponderante en ese aspecto, ya que cumple con las condiciones de limpia, segura, confiable con alta disponibilidad, con precios de generación competitivos y, fundamentalmente, sustentable, sin emisión de GEI. ¿Cuál es la única condición que aparentemente no tendría esta forma de generación de energía? La aceptación pública y la cobardía de políticos ávidos de votos.
¿Por qué ese rechazo a esta forma de energía? ¿Por qué ese miedo incomprensible e inadmisible se instaló en la gente? Allá por la década de los 70’, cuando los personajes que manejaban los negocios del petróleo llevaron el barril a más de U$S 40 (precio exorbitante en aquella época), la industria nuclear propuso la construcción masiva de centrales nucleares para producir energía eléctrica y así es como se construyeron en ese tiempo la mayoría de los 438 reactores en diversos países del mundo que hoy todavía están operativos.
La reacción de la industria petrolera no se hizo esperar y enseguida inventaron ciertas organizaciones para denostar y demonizar a su noble competidor.
Hoy en día, la tecnología nuclear no tiene problemas, dado que o están resueltos, o en vías de resolver, o pueden resolverse. Por lo tanto, nuestro máximo esfuerzo debe ser informar a la población del mundo, con toda honestidad, utilizando informaciones y estadísticas de Instituciones y Organismos Internacionales de reconocido prestigio e imparcialidad, sobre la seguridad y beneficios de la Energía Nuclear y destruir con argumentos válidos, todas las mentiras y patrañas que los pseudo-ecologistas han volcado sobre ella.
Si es que queremos seguir adelante con una población mundial en constante crecimiento, sin perder calidad de vida, sino también mejorarla y sin caer en la tremenda catástrofe climática que afectará a nuestras descendencias si llegamos a superar los 2ºC de aumento de temperatura global, no podemos prescindir, bajo ninguna razón ni errado preconcepto, del uso de la Energía Nuclear.
Sin embargo, siendo ecuánime, tampoco podemos prescindir de las energías renovables, principalmente hidráulica, eólica y solar, así como también los combustibles fósiles con captura de carbono para atender las variaciones súbitas de demanda eléctrica.
Moralmente la humanidad hoy en día y en el futuro deberá utilizar todas las formas de generación de energía libre de emisiones GEI, más allá de razones políticas y económicas».
*Palabras del Dr. Jaime Pahissa Campá
**Pregunta enviada por Nicolás Di Capua (UADE, Ingeniería)