«El gobierno nacional, a través del Subsecretario de Energía Nuclear del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, Lic. Julián Gadano, anunció el pasado martes que “es inminente la puesta en marcha de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP)”, que se encuentra inactiva desde junio de 2015. Esta instalación provee de este insumo a la empresa Nucleoeléctrica Argentina para la operación de las centrales nucleares Atucha I, II, y Embalse.
Durante un recorrido realizado junto a los trabajadores y autoridades por la planta ubicada en Arroyito, Neuquén, el subsecretario Gadano aseguró que ‘el Ministerio de Energía y Minería se planteó como objetivo prioritario la elaboración de un plan para la reapertura y el funcionamiento sustentable de la planta, de manera de salir de la absurda y vergonzosa situación en la que se encontraba en diciembre. Al asumir nos encontramos con un importante activo tecnológico, cuya producción es necesaria para el sistema nuclear, que no estaba funcionando y con más de 400 empleados inactivos’.
Luego de un pormenorizado estudio de las necesidades de stock de agua pesada para el resto de la vida útil de cada una de las centrales operativas, Atucha I y II en Zárate y Embalse en Córdoba, se pudo establecer el horizonte de producción para la reposición del insumo en el sistema de generación de energía eléctrica de origen nuclear. Gracias a este estudio, y a la decisión estratégica del Gobierno de construir una nueva central nuclear del tipo CANDU en el predio de Atucha, la PIAP tiene asegurados 18 años de producción de agua pesada.
De esta manera, se tomó la decisión de capitalizar la empresa con 816 millones de pesos provenientes de su presupuesto, con el objetivo prioritario de poner nuevamente en marcha la planta. Los primeros dos tramos de ese aporte ya se materializaron con 270 millones de pesos.
La meta es que luego de este aporte inicial, la instalación comience a funcionar gracias a la generación de sus propios recursos legítimos. Esta decisión pone fin al estado absurdo en el que se encontró la planta en diciembre de 2015: desde junio del año pasado se gastaron 42 millones de pesos por mes en una empresa que no estaba en funcionamiento».
Fuente: Gacetilla de prensa emitida por Nucleoeléctrica Argentina S.A.