«Desde el CEDyAT sostenemos enfáticamente que resulta necesario abrir el sector nuclear a la participación ciudadana. También es imprescindible articular las nuevas tecnologías, redes sociales, lenguajes, y estrategias discursivas que permitan construir puentes de comunicación nuclear de calidad y adecuados a los distintos públicos según la cultura de cada provincia y localidad.
Consecuentemente, por medio de una visión integradora se tendrá por misión contactar a las organizaciones con sus públicos, compartir inquietudes, despejar dudas, contener temores, escuchar miedos y generar así opinión favorable a través del trabajo de la imagen de la energía nuclear.
Por todo esto, el CEDYAT además impulsa el principio 10 de la agenda 21 (el plan de acción para el Desarrollo Sostenible acordado en la Cumbre Mundial de las Naciones Unidas realizada en Río de Janeiro), que precisamente advierte que la mejor manera de tratar los asuntos ambientales es a través de la participación de todos los ciudadanos interesados. En el plano nacional, toda persona debe tener acceso adecuado a la información sobre el ambiente, y exigir que sean del conocimiento de las autoridades gubernamentales, incluyendo conocimientos acerca de las actividades y los materiales que sean peligrosos para sus comunidades, así como la oportunidad de participar en los procesos de toma de decisiones, es decir las Audiencias Públicas, entre otras.
Diseñar estrategias de comunicación efectivas es la clave para que la comunidad tenga más herramientas y conocimientos que reemplacen a los mitos que suelen circular por la arena social. Proponer espacios de encuentro con expertos, charlas públicas, difusión de materiales informativos accesibles son algunas de las opciones que bien podrían llevarse a cabo, tal como muchas instituciones de Argentina y otros países ya vienen haciendo».
**Pregunta enviada por Mariano Riano, abogado especialista en derecho ambiental

