A través de la Corporación Estatal de Energía Nuclear Rosatom, el país euroasiático ha estrechado sus vínculos con ambas naciones durante el último mes. Con Argentina mediante la celebración de un contrato empresarial para la provisión de molibdeno-99; con Bolivia a través de una serie de conferencias y la publicación del libro “ABC Nuclear”, junto con la Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN).
Según informó Rosatom, el conglomerado ha sido nombrado como “una de las tres mejores empresas rusas para trabajar”, de acuerdo con un análisis de las mayores instituciones de contratación de ese país, que evaluaron a más de mil compañías de distintos rubros. En el plano regional la firma también continúa avanzando.
En lo que respecta a la República Argentina, Rosatom (mediante su subsidiaria Uranium One), el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación Argentina y la empresa UrAmerica Argentina S.A. suscribieron a fines de enero último un Memorándum de Cooperación para desarrollar tecnologías de extracción de uranio mediante el método ISR (In Situ Recovery).
Llegado el mes de abril el vínculo entre ambos países se estrecharía en el ámbito de la medicina nuclear. En efecto, Isotope S.A. (también subsidiaria de la corporación) celebró un contrato con la empresa argentina Laboratorios Bacon S.A.I.C. por medio del cual se proveerá a esta última con molibdeno–99 producido por «GNTs NIIAR» S.A., uno de los centros científicos más grandes de Rusia.
Los antecedentes muestran que la cooperación entre «Isotope» S.A. y Laboratorios Bacon S.A.I.C. comenzó en el 2013, a lo que se sumó otro período contractual en el 2017. El nuevo documento, rubricado el pasado 19 de abril, tiene un alcance de dos años y estipula entregas semanales de ese importante suministro.
¿Qué es el molibdeno-99?
Es un elemento radiactivo que decae en tecnecio-99. Se obtiene mediante la fisión de átomos de uranio 235. Es el radioisótopo más utilizado por la medicina nuclear para detectar patologías a tiempo y salvar vidas. De acuerdo con la información difundida por el Centro Atómico Bariloche, de Argentina, “en el mundo se utilizan por día más de 80.000 imágenes para paliar enfermedades derivadas del cáncer”, por lo que este insumo resulta sustancial.
En cuanto a Bolivia, Rosatom organizó, junto con la ABEN y la Universidad MEPhI, una conferencia magistral sobre Tecnologías Nucleares al Servicio de la Humanidad. Se llevó a cabo en la Escuela Militar de Ingeniería de ese país, en Santa Cruz de la Sierra, y en la Universidad Mayor de San Simón, en Cochabamba. Allí, una experta rusa –la Dra. Alla Udalova- explicó cuáles son las principales aplicaciones nucleares no energéticas para áreas como la medicina, ecología, investigación científica, agricultura e industria.
Se trató de una jornada de capacitación en paralelo a los avances en el proyecto del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear que Bolivia está desarrollando junto con Rosatom en la ciudad de El Alto, iniciativa que amerita las acciones en el campo de la educación y comunicación que ambos países vienen implementando.
En esa línea, la Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN) y la firma rusa presentaron el pasado 12 de abril el libro “ABC Nuclear: 74 Preguntas y Respuestas sobre las Tecnologías Nucleares” (ver foto de la tapa más arriba). La publicación explica, mediante un lenguaje accesible y rítmico, las inquietudes más generalizadas en la comunidad boliviana sobre la temática nuclear.
La presentación del libro se hizo en un acto encabezado por el vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, acompañado por el viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, Luis Alberto Echazú; la Directora General de ABEN, Hortensia Jiménez; y el embajador de Rusia, Vladimir Sprinchan. Más de 400 personas asistieron al evento, cada una de las cuales recibió un ejemplar de obsequio al retirarse del salón.
Por último, este 27 de abril Rosatom y la ABEN lanzaron un concurso de videos sobre las tecnologías nucleares para estudiantes de la Universidad Pública de El Alto (UPEA). Los cortometrajes, que deberán tener una duración máxima de 90 segundos, tendrán que dar cuentas de los beneficios que implican los usos pacíficos no energéticos de la tecnología nuclear en diversas áreas. Serán evaluados por un jurado conformado por representantes de Rosatom, ABEN y UPEA, y por el cineasta, actor y blogger Johanan Benavides, quien aconsejó a los jóvenes –durante el lanzamiento del concurso- sobre cómo lograr un producto de calidad. Los participantes deberán entregar sus trabajos el próximo 4 de mayo.