El mandato del Organismo Internacional de Energía Atómica tiene dos lados, dice Rafael Grossi, candidato para el puesto de Director General por Argentina. Por un lado, esta institución se ocupa de algunos de los problemas políticos más apremiantes de la actualidad, como los programas nucleares de Irán y Corea del Norte. Por otra parte, promueve el uso pacífico de la energía nuclear. Sin embargo, según Grossi, el OIEA no es un poder político en sí mismo: simplemente proporciona una herramienta de verificación útil para el control de la energía atómica en todo el mundo.