Como parte de sus políticas institucionales, la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN) ha puesto en acción su Agenda de Género 2018-2022, que incluye una serie de compromisos, entre ellos, uno que tiene que ver con el proyecto SAGA (STEM and Gender Advancement) impulsado por la UNESCO, para promover la participación de mujeres y niñas en los sectores de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).
La importancia del proyecto SAGA radica en la dificultad que existe para dimensionar aspectos clave a la hora de evaluar brechas, como la diferencia salarial entre hombres y mujeres, o la detección del punto en el que niños y niñas en edad escolar se inclinan por unas u otras carreras.
Con ese objetivo, se trabaja con datos desagregados por sexo e información relativa a impulsores y barreras detectadas. Asimismo, se apunta a la uniformidad con que se recopilan los datos, que luego se espera traspasar en una siguiente etapa al sistema educacional.
Esta metodología se ha difundido a través de talleres en diversos países, entre ellos Chile (año 2019), para incorporarse como parte de las herramientas de la administración pública, en un esfuerzo conjunto entre el Ministerio de la Mujer, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Ciencia y CONICYT (hoy Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo).
Por su parte, a través de este proyecto, la CCHEN busca contribuir, mediante indicadores y políticas, a la medición de brechas, para determinar e impulsar acciones que motiven la vocación de niñas y jóvenes en estas áreas.
“Hoy, en la Comisión trabajan 303 personas, de las cuales el 33% son mujeres, en tanto, en términos de jefaturas, cerca del 40% ejerce cargos de responsabilidad. Cada una aporta en ámbitos variados de nuestro quehacer, destacando tecnologías nucleares, protección radiológica, desechos radiactivos, operación del reactor, materiales avanzados y prevención de riesgos, por nombrar solo algunas de las funciones que realizan las mujeres, aportando, día a día, con su experiencia y conocimientos a la contribución de valor público que la CCHEN -en su calidad de instituto tecnológico del Estado- realiza para el desarrollo de nuestro país”, señaló el director ejecutivo de la CCHEN, Jaime Salas.
El directivo agregó que “si bien lo anterior es un paso, hoy buscamos dar otro, levantando datos, detectando brechas y tomando decisiones para que la Comisión sea mucho más equitativa”.
Para cumplir con su propósito, el proyecto SAGA tiene siete objetivos. En tres de ellos la CCHEN aporta a través de diversas acciones. Estos son:
Objetivo 1: percepciones, actitudes, comportamiento, normas sociales y estereotipos hacia las mujeres STEM en la sociedad.
Objetivo 2: acciones para atraer a niñas y mujeres jóvenes a la educación primaria y secundaria en STEM, así como en educación técnica y vocacional.
Objetivo 3: acciones para atracción, acceso y retención de mujeres en educación superior en STEM.
“Nuestra Institución, a través de diferentes actividades, incentiva a las niñas y jóvenes a conocer áreas de tipo científica, en las que son plenamente capaces de cumplir roles, tal como lo demuestran a diario nuestras colegas, que contribuyen en áreas únicas en nuestro país. Quebrar los estereotipos de género son avances hacia la igualdad entre mujeres y hombres, y colaborar con indicadores para el proyecto SAGA ayudará a crear políticas efectivas que contribuyan a esa igualdad”, comentó Marcela Ojeda, encargada del Plan de Acción de Género de la CCHEN. (CCHEN)