El Centro Atómico Bariloche (CAB) fue el escenario en el que se desarrolló el Debate Abierto sobre Políticas de Ciencia y Tecnología del Gobierno Nacional, a los fines de proponer un espacio de intercambio para analizar la actual gestión y el planteo de futuros desafíos, entre otras temáticas de relevancia para el sector. Enula y N&T presentan su informe exclusivo donde se resumen los principales comentarios del Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza; de la Presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Adriana Serquis, y de la Presidenta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Ana Franchi.
Por Lic. Natalia Lovece
El encuentro, que se llevó a cabo de manera presencial y virtual el 2 de septiembre último, fue encabezado por el Ministro Salvarezza, junto con las presidentas de la CNEA y del CONICET. También estuvieron presentes autoridades provinciales, referentes de instituciones científicas y tecnológicas del país, y la senadora Silvina García Larraburu.
Al inicio de la reunión, Serquis reseñó las acciones y los proyectos nacionales e internacionales que impulsa la CNEA como “la principal organización pública dedicada a los usos pacíficos de la energía nuclear”. Al hacer referencia a la Argentina como “un país nuclear y federal” mencionó las terminales que se encuentran en diferentes rincones del país e hizo hincapié en las principales instalaciones y grandes áreas de los Centros Atómicos de Bariloche, Ezeiza y Constituyentes, donde se impulsan diferentes líneas de investigación y proyectos vinculados al ciclo del combustible nuclear, la generación de nucleoelectricidad, y aplicaciones de la tecnología nuclear en el campo de la medicina, la industria y la gestión ambiental.
En la instancia en la que expuso los avances de los proyectos en curso, citó al reactor CAREM como el que “nos va a dar la posibilidad de tener un desarrollo único y propio de un reactor en potencia que permitirá validar los conceptos para llegar a un proyecto de un reactor comercial”. También mencionó el reactor nuclear multipropósito RA-10, que estaría finalizado dentro de los próximos dos años y la futura IV Central Nuclear, a través de la cual se busca “tener un buen acuerdo de transferencia de tecnología que nos permita ser los principales protagonistas de los combustibles de esta nueva central”. Incluso contabilizó aquellos proyectos vinculados a la investigación del enriquecimiento de Uranio, la restitución ambiental y de Medicina nuclear.
Serquis fundamentó que el uso de la energía nuclear resulta “indispensable para poder llevar a cabo la matriz energética que pueda garantizar nuestros Acuerdos de París en la baja producción de dióxido de carbono». «Si bien por ley tenemos las actividades de desarrollo nuclear y su ciclo de combustible, no solo hacemos energía sino, también investigación básica y aplicada, y tenemos ámbitos de aplicación en Salud, en Medio Ambiente, en Educación, en Industria, en Relaciones Internacionales y, por supuesto, en Ciencia y Tecnología”.
Por su parte, Franchi hizo un balance sobre la situación del CONICET y explicó cuáles fueron los aportes en materia científica-tecnológica durante la pandemia. Respecto al primero de los temas, dijo: “Nos encontramos con un CONICET desfinanciado y destratado” y remarcó que durante la actual gestión hubo un incremento de becarios, apoyo a investigadores e ingresos específicos a partir de demandas fijadas por las provincias. En cuanto a las soluciones para enfrentar la pandemia, señaló: “El sistema científico-tecnológico se hizo presente, el CONICET, las Universidades, la CNEA, el INTA, el INTI, y le demostramos a la comunidad que estábamos para algo y que podíamos hacer que la gente viva un poco mejor a través del desarrollo científico tecnológico”.
“Sin abandonar el CONICET, que desarrolla ciencia básica, la idea es empezar a ver un CONICET que responde a las demandas sociales y productivas del país y especialmente de las provincias”, vislumbró Franchi sobre el futuro del organismo.
Federalización de la ciencia y articulación entre organismos
En diálogo con Enula y N&T, desde el equipo del Ministro Salvarezza especificaron que dos de los ejes que caracterizan su gestión son “la federalización de la ciencia y la articulación entre los organismos que integran el sector”. En tal sentido, manifestaron que el balance del encuentro en Bariloche fue positivo, ya que la idea era “fortalecer esos ejes”.
El funcionario nacional se centró en temas estructurales de la problemática de todos los organismos y para ello preguntó: “¿Para qué queremos la Ciencia?”. A partir de la consulta que realizó al personal científico -público al que estaba dirigida la exposición- respondió con una definición del Gobierno Nacional: “El proyecto económico de este país tiene el conocimiento como un bien o un insumo transversal desde el punto de vista de la producción sustentable. El despegue económico de la Argentina requería conocimiento, porque la Argentina tiene que poder incorporar más valor agregado a su producción”, y agregó: “¿con qué herramientas cuenta la Argentina para agregar valor a su producción y tener una industria competitiva? Esa herramienta está clara: son las universidades y los organismos de Ciencia”. Al respecto, describió la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, que pretende alcanzar un 1% del PBI de inversión en la Función Ciencia y Técnica del Presupuesto Nacional en 2032 y la Ley del Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento que apunta a lograr una contribución desde el sector privado.
Junto a las mejoras en infraestructura y el incremento de los subsidios para desarrollos científicos, Salvarezza marcó la necesidad de potenciar la cantidad y calidad de los recursos humanos “básicamente porque la planta permanente no creció”. En ese marco, citó el Plan de Fortalecimiento de los Recursos Humanos de los Organismos de Ciencia y Tecnología, que apunta a incorporar 1.000 científicos a los organismos dependientes del Poder Ejecutivo Nacional y contempla un programa de 100 becas cofinanciadas con el CONICET.
Los disertantes coincidieron en la importancia de la sinergia que tienen con los Institutos Balseiro, Sabato, Dan Beninson y las Universidades, entre otros organismos. En ese caso, Serquis destacó que “se capacita y entrena recursos humanos altamente especializados en áreas estratégicas” y enfatizó que dicha articulación “es lo que le da la fortaleza para que los temas de investigación no se mueran. Necesitamos tener ese semillero de nuevas ideas, de nuevas personas que se van incorporando y que nos van haciendo crecer y mejorar en todos los aspectos”.
Para cerrar, Salvarezza resumió: “Nosotros queremos una Argentina que tenga no sólo un buen campo donde podamos tener soja, buenos depósitos de Shell y de gas, también queremos tener una industria que esté agregando valor y que tengamos la mirada de una comunidad científica que mira el ambiente, la salud. No lo medimos en pesos, hay que medirlo en el bienestar de la gente”.
A la pregunta de ¿Para qué queremos la Ciencia? planteada por el Ministro, hubo coincidencias en establecer que la ciencia debe responder a las necesidades de la sociedad y a los desafíos mundiales. Y si bien existen políticas públicas para mejorar en lo académico, en el área de ciencia y tecnología y en el uso de los conocimientos en diversos desarrollos, también se expresó la necesidad de plantear objetivos que incluyan una mirada integral ante un nuevo paradigma en el que la ciencia, la tecnología y la innovación deben conducir hacia un desarrollo más equitativo y sostenible.