Especialistas del Centro Oncológico Integral (COI) de Leben Salud fueron convocados para participar, junto con expertos de diversos países, en la elaboración de las primeras Guías de Formación Académica y Entrenamiento Clínico para Físicos Médicos en América Latina y el Caribe, recientemente publicadas.
Por Silvana Salinas
El trabajo, que sigue los estrictos lineamientos que recomienda el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que hoy es presidido por el argentino Rafael Grossi, describe con precisión el “a,b,c” básico requerido para la formación clínica de los físicos médicos desde la perspectiva y la actualidad de los países de América Latina y el Caribe.
El documento se realizó dentro del Proyecto de Cooperación Técnica RLA6082 “Fortalecimiento de las Capacidades Regionales en la Prestación de Servicios de Calidad en Radioterapia” del OIEA, en el marco del Acuerdo Regional de Promoción de la Ciencia y Tecnología Nuclear en América Latina y el Caribe (ARCAL). Las guías toman en cuenta las diferencias locales entre países con flexibilidad, pero enfocándose en la armonización de los contenidos fundamentales y la estructura formal del entrenamiento clínico.
Los físicos médicos son profesionales que colaboran en el equipo responsable del diagnóstico y tratamiento de pacientes, garantizando la calidad de los aspectos técnicos. Intervienen en los procesos, la efectividad y la seguridad de los mismos reduciendo la probabilidad de accidentes. Son parte esencial en el diseño e implementación de nuevas técnicas, instrumentos, el análisis de señales e imágenes, el control de equipos y procedimientos de medición.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha incluido la Física Médica entre las profesiones de la salud, pero el reconocimiento es aún algo pendiente en muchos países y por lo tanto las oportunidades de educación y formación clínica son limitadas.
El OIEA ha brindado apoyo a los Estados Miembros en la implementación de programas de capacitación clínica de acuerdo con las mejores prácticas internacionales y alienta estrategias apropiadas, realistas y sostenibles, como los enfoques regionales.
“Hicimos la primera guía de cómo tiene que ser la formación del físico médico en toda Latinoamérica y el Caribe. Están avaladas por un grupo de profesionales expertos del OIEA”, explicó Ricardo Ruggeri, uno de los máximos referentes del COI.
Participaron en el trabajo María Esperanza Castellanos, Carlos Almeyda, Patricia Mora y Ricardo Ruggeri, junto a un staff de colaboradores.
“El trabajo se dividió en cuatro partes, la formación académica, Radioterapia, Radiodiagnóstico y Medicina Nuclear”. Ruggeri explicó que el físico médico, tras su formación teórica y posteriores especializaciones, necesita cumplimentar el entrenamiento clínico y las guías publicadas conforman, desde ahora, las recomendaciones centrales que sugieren cómo tiene que ser la formación práctica de base.
“Aquí se describe lo mínimo en cuanto a requisitos que debe tener una institución para poder entrenar o educar a un físico médico clínicamente calificado. Próximamente se espera avanzar en la redacción de otros documentos para nivel intermedio y avanzado”, agregó el director de la Residencia de Física Médica de Leben Salud.
“El problema es que hasta el momento no había una homogeneización de la formación clínica, y esta guía está armonizada con los estándares del OIEA. La idea es solucionar estas problemáticas porque en gran parte de Europa y en Estados Unidos esto es ya más homogéneo, tienen niveles de calificación y acreditación que aseguran la base”.
Este documento presenta las recomendaciones para formación académica y entrenamiento clínico de físicos médicos en tres especialidades: Radioterapia, Radiología Diagnóstica e intervencionista y Medicina Nuclear en la región de América Latina, proporcionando sugerencias sobre las actividades a realizar durante el entrenamiento clínico, y las competencias que el físico médico en entrenamiento clínico debe alcanzar.
“Gran impacto en la región”
“Se trata de una publicación de gran impacto para la región, ya que viene a llenar un vacío en el campo de la formación de un recurso humano tan demandado en salud, más aún con los permanentes avances tecnológicos que se van incorporando al sistema.
Desde el OIEA se apoyan los esfuerzos de los países para que la formación de los FMCC (físicos médicos clínicamente calificados) sea lo más completa posible y armonizada a los estándares internacionales, y así lograr profesionales con certificación para ejercer en el ámbito clínico.
Estas guías tomaron una muestra de lo que se ofrecía en América Latina, que se quedaba en simplemente la formación académica, pero ahora se ha consensuado un programa estructurado para obtener competencias en la faz clínica además de armonizar el “background” académico”.
Graciela Vélez, Física Médica, especialista en Física de la Radioterapia, docente y co directora de la Residencia en Física Médica que se dicta en el Centro Oncológico Integral (COI) de Leben Salud.
“Es indispensable que el estudiante esté inmerso en el ambiente hospitalario y no solo en las aulas universitarias”
“Las guías de formación clínica para los físicos médicos que generó el OIEA son de vital importancia para el desarrollo profesional de este recurso humano tan especializado.
Actualmente, existen en casi la mayoría de los países de LA, programas académicos donde se forman estos profesionales, que varían en duración desde 1 año como mínimo hasta fácilmente los 2 y medio años. Estos programas son bastante rigurosos en sus contenidos curriculares, pero sin embargo la gran mayoría de ellos se desarrollan más a nivel teórico.
Siendo el físico médico el especialista a nivel de institución de salud, que se encargará del manejo responsable de la protección radiológica y la dosimetría en los pacientes en las tres principales áreas, radiología, medicina nuclear y radioterapia, es requisito indispensable que el estudiante esté inmerso en el ambiente hospitalario y no solamente en las aulas universitarias.
Los programas de formación clínica, tema abordado en esta publicación del OIEA, tienen como objetivo, entregarle a la región cuál debería ser el programa mínimo que se deberá cumplir para que los estudiantes después de haber terminado sus maestrías académicas realicen el entrenamiento práctico en el ambiente hospitalario, con pacientes reales, con el equipamiento adecuado y bajo la supervisión de profesionales que poseen la experiencia clínica.
Estas guías dan la base para que los países de la región inicien sus programas de entrenamiento clínico sabiendo los contenidos mínimos necesarios que deben ser enseñados en estas rotaciones para que al concluir los profesionales tengan las herramientas necesarias para desarrollarse adecuadamente en sus actividades de rutina diarias. Además, permiten homogenizar los programas que están ofreciéndose actualmente en la región. Se tomaron como base para su desarrollo la experiencia que países más desarrollados que ya han trabajado a lo largo de los años en la formación del físico médico clínicamente calificado. La publicación detalla el tipo de establecimientos con el equipamiento mínimo necesario para capacitar a los profesionales jóvenes recién salidos de sus posgrados académicos y acompaña al lector en todos los temas en los cuales deberá demostrar su competencia”.
Patricia Mora
Física médica graduada de la Universidad de Wisconsin Madison. Trabajó por 35 años en la Universidad de Costa Rica, como docente e investigadora en la Escuela de Física y el Centro de Investigación en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares.
Participó en la Junta Directiva de la Comisión de Energía Atómica de Costa Rica por más de 20 años, siendo su presidenta en varios periodos.
Punto por punto
- Las Guías de Formación Académica y Entrenamiento Clínico para Físicos Médicos en América Latina ya fueron publicadas, y también están avaladas por la Asociación Latinoamericana de Física Médica.
- Se realizaron en el marco del Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y la Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe (ARCAL)
- Los resultados destacaron la falta de programas de entrenamiento clínico en la mayoría de los países, y la falta de armonización de los programas existentes a nivel regional.
*Enula agradece al equipo de Leben Salud por el interesante material.



