La Central Nuclear Embalse celebra el 20 aniversario de cumplimiento ininterrumpido de su certificación de gestión ambiental y ratifica, como desde el primer día, su compromiso para generar energía limpia y segura para el país.
Embalse, al igual que el resto de las instalaciones de la empresa, certifican su sistema de gestión ambiental de acuerdo a la norma ISO 14001, otorgada por Bureau Veritas.
Esta norma exige a la organización certificar un plan de manejo ambiental que incluya: objetivos y metas ambientales, políticas y procedimientos para lograr esas metas, responsabilidades definidas, actividades de capacitación del personal, documentación y un sistema para controlar cualquier cambio y avance realizado. Asimismo, la norma describe el proceso que debe seguir la empresa y le exige respetar las leyes ambientales nacionales.
Como parte de las acciones por este aniversario, se entregaron 1000 plantines de Algarrobo Blanco al personal de la planta que fueron provistos por la Secretaría de Ambiente de la Provincia de Córdoba, en el marco del programa de forestación de árboles y plantas autóctonas.
Energía limpia
Las plantas de energía nuclear están sujetas a los más altos estándares de seguridad y se encuentran fiscalizadas a través de rigurosos controles.
La energía nuclear contribuye al cumplimiento del Protocolo de Kioto por su competitividad y por la reducción de emisiones de CO2. Esta fuente de energía no genera gases ni partículas causantes del efecto invernadero, uno de los principales responsables del cambio climático.
El cuidado del medio ambiente es contemplado en cada una de las fases que componen el ciclo de construcción, producción, así como la protección de sus trabajadores, del público y del ambiente.
La empresa asume una política ambiental que se centra en adaptar continuamente la gestión ambiental a la normativa aplicable, promover la capacitación del personal en el cuidado del ambiente, comunicar su política ambiental, evaluar los riesgos potenciales de los nuevos proyectos, minimizar los impactos ambientales durante su ejecución, y mejorar continuamente el desempeño ambiental.
Asimismo, está comprometidos con el cuidado de nuestro entorno, de las localidades vecinas a las centrales nucleares y con las personas que allí habitan.
También cuenta con proyectos como una huerta orgánica en el predio del Complejo Nuclear Atucha y la reserva faunística Causachi en una zona adyacente a la Central Nuclear Embalse. La huerta tiene cinco mil metros cuadrados en donde se cultivan distintos tipos de verduras y dispone de un invernadero y árboles frutales, mientras que la reserva cuenta con un espacio de nueve hectáreas en donde se protegen especies de la fauna y flora local.
Fuente: Nucleoeléctrica Argentina