En el marco de un programa de colaboración entre la Facultad de Ingeniería de la UBA (FIUBA) y la Corporación estatal de energía nuclear Rosatom se llevó a cabo en esa casa de altos estudios una conferencia pública sobre la Tecnología Nuclear Rusa, principalmente sobre los reactores VVER. El vínculo ruso-argentino en materia educativa tuvo sus inicios hace cuatro años. Al respecto, el Profesor de la FIUBA Gerardo Quintana explica ese acercamiento y adelanta un pronto convenio entre la UBA y la Universidad MEPhI.
El Jefe del Departamento de Diseño y Desarrollo de Reactores de la Universidad MEPhI de Rusia, Dmitrii Samokhin, brindó una Conferencia Abierta en la FIUBA el pasado 17 de noviembre. Esta actividad es un eslabón más en una fructífera y continua experiencia de intercambios entre ambas instituciones.
Todo dio comienzo a fines del año 2012 cuando Rosatom propuso a la FIUBA organizar un concurso nacional de monografías sobre “Aplicaciones Pacíficas de la Energía Nuclear”.
Con el apoyo de Rosatom, se presentaron 50 monografías que fueron evaluadas por jurados rusos y argentinos. Fueron seleccionadas las tres mejores presentaciones y en diciembre de 2013 se entregaron los premios en un acto académico en la Facultad de Ingeniería, además de brindarse una serie de conferencias por parte de especialistas rusos. Esta confianza académica depositada por Rosatom en la FIUBA está avalada por la extensa trayectoria de la Facultad -más de treinta años- en formación de recursos humanos en el área nuclear en colaboración con entidades como CNEA, Instituto Balseiro, OIEA, ARN, NASA e INVAP. Esta actividad se lleva a cabo en el área del posgrado, a través de tres carreras de especialización.
En junio de 2014, los tres ganadores del concurso, sus respectivos directores y varios periodistas fuimos invitados a Rusia para visitar instalaciones nucleares de ese país. Simultáneamente, con el fin de consolidar esta incipiente colaboración, se firmó en la prestigiosa Universidad MEPhI, de Moscú, un memorándum de entendimiento entre la FIUBA y Rosatom.
A partir de entonces continuaron las actividades conjuntas entre ambas instituciones. En 2015 se llevó a cabo un Workshop en la FIUBA sobre “Aplicaciones Nucleares” con la participación de expertos rusos y argentinos (que contó con la presencia de más 100 participantes). Ese mismo año fuimos invitados al Foro Internacional ATOMEXPO 2015, realizado en el centro moscovita con la presentación de una ponencia sobre “Formación de recursos humanos en la FIUBA” (expuesta por Gerardo Quintana).
Posteriormente, tuvimos un rol activo en una reunión celebrada en La Paz, Bolivia, donde se relató la experiencia de la cooperación, a lo que se suma el proyecto presentado a Rosatom para la redacción de un libro sobre energía nuclear.
El vínculo se extiende a la participación de la FIUBA en la Embajada Rusa en Argentina, formando parte de un jurado para seleccionar candidatos a becas de perfeccionamiento, 25 en total, ofrecidas por el Gobierno ruso.
Finalmente, este último 17 de noviembre se realizó en la FIUBA la conferencia del experto ruso, a la que se hace referencia al comienzo. Este conferencista, Dimitrii Samokhin, es el Jefe del Departamento de Diseño y Desarrollo de Reactores de la Universidad MEPhI. Asistieron a la ponencia destacados profesionales del ámbito nuclear nacional que se mostraron, a través de sus preguntas, muy interesados en los reactores VVER, habida cuenta de que existe la posibilidad de que Argentina considere una eventual incorporación de un reactor de este tipo a su parque nuclear generador de energía.
En aquella ocasión se informó sobre el convenio de cooperación que pronto se suscribirá entre la Universidad de Buenos Aires y la Universidad MEPhI, lo que posibilitará el intercambio mutuo de profesionales, estudiantes de grado, profesores, alumnos de posgrados y maestrías.
En 2014 tuve la suerte de visitar esa institución en virtud de la firma del memorando entre Rosatom y la FIUBA. Allí nos informaron que MEPhI fue creada en 1945, y que entre su staff y estudiantes han dejado su huella seis Premios Nobel, lo que ilustra su alto nivel.
El hecho de que se concrete la rúbrica de este documento entre MEPhI y la Universidad de Buenos Aires –que también se distingue por su excelencia educativa- implicará una gran oportunidad para profundizar la capacitación de los recursos humanos en el campo nuclear. Esto no sólo será beneficioso para nuestra institución sino también para todo el sector nacional, cuyos profesionales seguramente podrán sumarse a este intercambio y acceder a estadías de perfeccionamiento.
En resumen, no cabe ninguna duda de que esta colaboración académica que hemos construido es de gran interés para la industria nuclear nacional.


