El país germano se está ocupando de abandonar totalmente la energía nuclear en 2022 a favor de la generación eólica y solar, incrementando sin embargo sus emisiones de dióxido de carbono debido a un mayor uso del carbón.
“El retiro de Alemania de la industria nucleoeléctrica debe servir como enseñanza de lo que puede suceder si se quita de la matriz a una fuente confiable y libre de carbono como la nuclear. Alemania, que supo ser líder en la innovación energética limpia, se está quedando atrás de sus metas de emisiones como resultado del abandono de la energía nuclear”, escribió un vocero de Asuntos Nucleares en un correo electrónico dirigido a la Fundación de Noticias “The Daily Caller”.
La eliminación de la energía nuclear le ha abierto las puertas a la generación a base de carbón, según un artículo publicado recientemente en el portal “Voz de América”. El carbón provee actualmente el 44% de la energía de Alemania, a pesar de que sus cenizas son, en rigor, más radiactivas que los residuos nucleares. Este cambio hizo que las emisiones alemanas de dióxido de carbono aumentaran a 28 millones de toneladas por año luego de que se modificara la política nuclear del país. El Gobierno de Alemania decidió abandonar la energía nuclear tras la oposición generalizada ante el desastre de Fukushima Daiichi ocurrido en Japón.
En el año 2000, el sector nuclear proveía el 29.5% de la energía alemana. En 2015 su participación descendió al 17%, y para el 2022 el país tiene planeado cerrar cada una de sus plantas nucleares. El costo de su reemplazo con energía eólica y solar se estimó, por el Gobierno, en más de un billón de Euros, sin garantías de que el programa reduzca efectivamente las emisiones.
La electricidad producida por la nueva energía eólica es casi cuatro veces más cara que la generada por las centrales nucleares existentes, según un análisis del Institute for Energy Research. El incremento del costo de los subsidios se traslada a las tasas de los contribuyentes corrientes, lo que ha desencadenado fuertes quejas referidas a que los hogares pobres estarían subsidiando a los más pudientes.
El movimiento alemán antinuclear tiene una larga historia. En 1975, 28.000 manifestantes ocuparon un reactor nuevo y lograron detener su construcción. Luego del incidente en Three Mile Island más de 200.000 manifestantes salieron a las calles. Una encuesta reciente mostró que el 81% de los alemanes apoyan la decisión gubernamental de abandonar la energía nuclear.
Traducción del informe de Andrew Follet para The Daily Caller
Texto original: http://dailycaller.com/2015/11/18/germany-abandons-nuclear-power-increases-co2-emissions/



