Como cada 31 de mayo, se celebró el pasado jueves en todo el país el Día de la Energía Atómica, conmemorando la creación de la Comisión Nacional de Energía Atómica, lo que permitió dar inicio a la investigación y el desarrollo tecnológico para su uso pacífico.
El 31 de mayo de 1950 se creó la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) mediante el Decreto Nº 10.936/50. Desde entonces, el organismo es el principal promotor del área en nuestro país y se dedica al estudio, el desarrollo y las aplicaciones en todos los aspectos vinculados con la utilización pacífica y segura de la energía nuclear.
Apostando a la investigación y a la innovación en el ámbito nuclear, desde su creación –hace ya 69 años-, la CNEA ha alcanzado importantes logros, que acompañan y contribuyen al crecimiento del país y que lo posicionan a la par de las naciones más desarrollados en esta área.
El campo nuclear se empezó a desarrollar en el país con la formación profesional en las ciencias y tecnologías asociadas; luego, se crearon laboratorios y se iniciaron actividades específicas, como la radioquímica, la metalurgia y la minería del uranio.
Posteriormente, se consolidaron actividades específicas para la construcción y operación de reactores de investigación y sus combustibles, la producción de radioisótopos y el empleo de las radiaciones ionizantes para diagnóstico y tratamiento médico. Asimismo, se alcanzó la madurez con el acceso a la nucleoelectricidad, lo que implicó la construcción y operación de centrales de potencia y el dominio del ciclo de combustible.
En la actualidad, la CNEA avanza en la construcción del proyecto CAREM, la primera central nuclear modular de diseño 100% argentino. También está en marcha la construcción del reactor multipropósito RA-10, entre otros importantes proyectos con aplicaciones industriales, médicas, conservación de alimentos, análisis forenses y control de plagas.
El liderazgo a nivel regional también se extiende al campo de la medicina nuclear y la producción de radioisótopos. Hoy en día, la CNEA cubre la demanda nacional y exporta molibdeno-99 y otros radioisótopos que contribuyen con el diagnóstico y tratamiento de distintos tipos de cáncer.
La institución también se ha consolidado como referente tanto a nivel nacional como internacional por su calidad académica. A través de sus tres institutos–Balseiro, Sabato y Dan Beninson–, la CNEA forma, cada año, profesionales altamente calificados capaces de producir y exportar tecnología con alto valor agregado.
Fuente: CNEA



