Funcionarios del Ministerio de Desarrollo Productivo, el PAMI y la UNSAM firmaron un convenio junto con el presidente de la CNEA para acondicionar e irradiar hisopos para muestreos nasofaríngeos.
Un convenio firmado hoy entre la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Secretaría de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial del Ministerio de Desarrollo Productivo, el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI) y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), permitirá que se acondicionen hisopos nasofaríngeos y luego se traten con radiación ionizante para que el PAMI realice testeos diarios a sus afiliados con sintomatología asociada al COVID-19.
Durante el acto el secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial, Ariel Schale, destacó el valor del convenio al considerar que “entendemos a la Argentina de pie en relación al despliegue de todas las capacidades que nuestro estado tiene y aquí están las más potentes: las que anidan en la articulación, en la vinculación y en la colaboración de nuestros recursos, de nuestra enorme capacidad depositada en nuestro sistema científico tecnológico”.
Por su parte la directora Ejecutiva del PAMI, Luana Volnovich, expresó que para su organismo “es muy gratificante poder contar con el soporte del sector científico-tecnológico y la universidad gracias a la vinculación de la Secretaría de Industria y otras áreas de gobierno, que nos permiten contribuir a paliar una situación extrema como la falta de hisopos por ejemplo”.
En representación de la CNEA, su presidente Osvaldo Calzetta Larrieu señaló que “con la Universidad de San Martin estamos muy acostumbrados a compartir proyectos, con el Ministerio de Desarrollo Productivo hemos trabajado mucho hasta hace muy poquito -ya que dependíamos de esa área- y estamos muy contentos de poder acompañar al PAMI en esta iniciativa. Lo más importante para la CNEA es que este aporte lo podemos hacer porque es fruto de 70 años de dar respuestas a las necesidades de la sociedad argentina”.
Finalmente, el rector de la Universidad de San Martín Carlos Greco subrayó que “la universidad está siempre predispuesta a hacer sus aportes porque el conocimiento transforma la vida de la gente y las áreas de gobierno que nos sostienen con aportes hacen posible que nuestros profesores, investigadores y estudiantes expresen su capacidad, vocación y compromiso para responder a estos desafíos”.
En una primera etapa, en la Planta de Irradiación Semi Industrial (PISI) del Centro Atómico Ezeiza (CAE) ya comenzaron a esterilizarse 32.000 hisopos. Por ser un producto que nunca se había irradiado se realizaron ensayos que demostraron que la tecnología aplicada es viable para esterilizarlos (eliminación total de cualquier microorganismo).
Por su parte, la UNSAM participará del blisteado y acondicionamiento del producto, en el marco de los diversos proyectos de investigación y transferencia de tecnología con diferentes sectores científicos involucrados en la lucha contra el COVID-19 que lleva a cabo a través del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas.
Con este aporte el PAMI podrá reforzar la cantidad de testeos diarios que se efectúan a las personas afiliadas con sintomatología asociada al COVID-19, para quienes los hisopos son un insumo fundamental por tratarse del grupo etario más vulnerable.
Una vez más, el sistema estatal y las universidades públicas se unen e impulsan proyectos para dar respuesta a las demandas surgidas a partir de la pandemia por COVID-19.
La PISI y sus servicios durante la pandemia
Desde hace décadas la CNEA estudia los efectos de las radiaciones ionizantes, tantos en alimentos como en una gran variedad de productos, entre ellos, dispositivos de uso médico, fármacos, tejidos para implantes, etc. Según la dosis aplicada puede lograrse una eliminación parcial de microorganismos (descontaminación) o total (esterilización).
Debido a la pandemia por COVID-19, la Planta de Irradiación Semi-Industrial (PISI), ubicada dentro del Centro Atómico Ezeiza, experimentó un incremento en la demanda de los servicios de irradiación de productos médico-hospitalarios y también de aquellos derivados de las actividades esenciales y autorizadas.
La radiación tiene un efecto biocida por el que elimina o detiene el desarrollo de determinados organismos. En el caso de los productos médicos se utiliza para eliminar microorganismos (bacterias, hongos, levaduras y virus) que suelen estar en el proceso de fabricación -materias primas o manipulación de los operadores- o en microorganismos ambientales de la zona de producción.
Cuando se evalúa un nuevo producto, se realizan ensayos en base a normas de aplicación internacional, como las Normas ISO 11137 y ISO/TC 13004, para determinar la dosis que se debe aplicar para que el producto quede estéril y su calidad no se vea modificada. (CNEA)