Cada año, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) celebra su máxima reunión anual, un espacio donde el sector nuclear es el protagonista. La sexagésima quinta edición del encuentro se llevó a cabo entre el 20 y el 24 de septiembre en Viena, Austria, combinando el formato presencial con el virtual debido a las restricciones por la pandemia de COVID-19.
Por Lic. Daniela Bentivoglio
Durante cinco intensas jornadas, el OIEA desplegó su 65° Conferencia General ante la presencia de representantes de sus 173 Estados Miembros, autoridades nacionales e internacionales y los principales referentes del mundo en materia nuclear.
En el encuentro se eligieron los nuevos miembros para la Junta de Gobernadores, se aprobó el Informe Anual y los Estados Financieros del OIEA de 2020, así como su Programa y Presupuesto para 2022-2023.
En concordancia con los anuncios previos, la 65° Conferencia General se centró en cuestiones relacionadas con la “seguridad nuclear y radiológica; la seguridad física nuclear; la profundización de las actividades del OIEA en ciencia, tecnología y aplicaciones nucleares; las actividades de cooperación técnica del Organismo; el fortalecimiento de la eficacia y la mejora de la eficiencia de las salvaguardias del OIEA; la aplicación de las salvaguardias del OIEA en Oriente Medio, y en la República Popular Democrática de Corea”.
Uno de los grandes tópicos que atravesó el programa de este año tuvo que ver con la pandemia de COVID-19 y la asistencia que ha estado brindando el organismo anfitrión a países de todo el mundo. En esa línea, el Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi, enfatizó durante su discurso de apertura su orgullo “por lo que hemos hecho como comunidad del OIEA en la lucha para frenar la propagación de este terrible virus”. “Nuestra respuesta de emergencia ha sido la más importante en la historia de la Agencia”, advirtió.
Grossi también hizo hincapié en el proyecto ZODIAC, Medidas Integradas contra las Enfermedades Zoonóticas, cuyo objetivo es ayudar a los laboratorios nacionales en la “supervisión, la vigilancia, la detección temprana y el control de enfermedades animales y zoonóticas como COVID-19, ébola, gripe aviar y zika”.
La contaminación plástica fue otro eje destacado: “A través de una serie de mesas redondas internacionales de alto nivel, aglutinadas bajo el lema de NUclear TEChnology for Controlling Plastic Pollution (NUTEC Plastics), el OIEA ha desarrollado un enfoque de colaboración para fortalecer las capacidades de los Estados en el rastreo y evaluación de desechos plásticos en ambientes marinos, y en el uso de la tecnología nuclear para impulsar las tasas a las que se puede reciclar el plástico”, señaló el directivo.
En lo que respecta a la aplicación de las salvaguardias, el conductor del OIEA agradeció el apoyo de los Estados Miembros y aseguró que “seguimos llevando a cabo nuestro trabajo de verificación sobre las cuestiones más urgentes, así como casi todas las actividades de salvaguardias que normalmente se llevan a cabo en la Sede del Organismo y en nuestras oficinas regionales”.
Por otra parte, subrayó que “la seguridad nuclear tecnológica y física son y, seguirán siendo, una parte clave de nuestros esfuerzos”, al tiempo que remarcó su compromiso por lograr “una fuerza laboral más equilibrada en términos de género dentro del OIEA y en el sector nuclear en general”. Al respecto, amplió: “Me complace informarles que las políticas que implementamos al comienzo de mi mandato como Director General han facilitado un progreso significativo en la cuestión de género. El equilibrio entre hombres y mujeres que trabajan en la Secretaría es más equilibrado que nunca”.
La energía nuclear en la COP26
Otro tema de importancia sustancial en la alocución de Grossi -que puso en escena la inquietud de buena parte de la comunidad nuclear mundial- refirió al papel de esta fuente de energía frente a la lucha contra el Cambio Climático y la necesidad de agregarla dentro de la agenda de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP).
La próxima edición (COP26) se llevará a cabo en la ciudad escocesa de Glasgow a principios de noviembre, y ahí el OIEA buscará destacar el rol de las técnicas nucleares en el apoyo a los esfuerzos de mitigación haciendo énfasis en la agricultura climáticamente inteligente, el uso sostenible de la tierra y el agua, y el medio ambiente. Así lo adelantó Rafael Grossi, quien también puntualizó: “En la COP26 transmitiré personalmente el mensaje de que la energía nuclear es y debe ser parte de la solución al Cambio Climático”.
“Los 444 reactores de energía nuclear que operan en 32 países actualmente proporcionan aproximadamente 395 gigavatios de capacidad instalada, suministrando alrededor del 10% de la electricidad mundial y más de una cuarta parte de toda la electricidad baja en carbono. Hay 50 reactores en construcción en 19 países, que se espera que proporcionen casi 53 gigavatios de capacidad adicional”, sostuvo el Director General del OIEA.