El Gobierno británico ha presentado el plan British Energy Security Strategy en el que recoge su estrategia en materia energética para asegurar su independencia y garantizar el suministro eléctrico. Se basa en el incremento de la generación de energía limpia impulsando el desarrollo de la generación de origen nuclear y renovable.
El Gobierno británico propone construir un nuevo reactor nuclear al año en lugar de uno por década como estaba anteriormente previsto. Prevé la construcción de ocho nuevas unidades nucleares en esta nueva década incluyendo el desarrollo de Reactores Modulares Pequeños (SMR por sus siglas en inglés) así como acelerar el avance en la central nuclear Wylfa B en Anglesey, una nueva instalación ya propuesta en 2020.
Además, para asegurar que estos nuevos proyectos cuenten con suficiente financiación se creará un nuevo organismo gubernamental llamado ‘Great British Nuclear’.
Con esta apuesta por energías limpias y asequibles el Reino Unido hace frente a los altos precios y la volatilidad del mercado eléctrico y marca el objetivo de generar el 95% de la electricidad con bajas emisiones de carbono en el horizonte 2030 y que la producción nuclear sea de 24 GW en 2050, lo que representará el 25% de la electricidad demandada.
En palabras del primer ministro británico, Boris Johnson estos ambiciosos planes reducirán la “dependencia del país de fuentes energéticas expuestas a precios internacionales volátiles que no podemos controlar, de manera que podamos disfrutar de mayor autosuficiencia energética con precios más reducidos”.
Esta Estrategia presentada por el Reino Unido se basa en el Ten Point Plan for a Green Industrial Revolution y junto con la Net Zero Strategy atraen la cantidad sin precedentes de 100 mil millones de libras de inversión del sector privado y la generación de 480.000 nuevos puestos de trabajo.
Reino Unido cuenta con 11 centrales nucleares en operación y dos unidades más en construcción que en 2020 generaron el 14,5% de la electricidad del país.