La Fábrica Argentina de Aviones “Brig. San Martín” (FAdeA) Sociedad Anónima (SA) ha logrado posicionarse de manera estratégica, con un crecimiento sustentable e integrándose a compañías líderes de nivel mundial. NyT entrevistó a su presidenta, Lic. Mirta Iriondo, para conocer la trayectoria y los principales proyectos de la empresa nacional y acercarnos a la manera en que sigue potenciando sus capacidades para el mercado civil y militar.
Por Lic. Natalia Lovece y Lic. Daniela Bentivoglio
Fundada en 1927, FAdeA pasó de ser la primera en su rubro en América Latina a convertirse en referente en diseño, fabricación, modernización y mantenimiento de aeronaves. Su objetivo es suministrar medios y servicios aeroespaciales a los organismos de Defensa y Seguridad, así como también al sector civil y, para ello, el foco está puesto en la gestión y el desarrollo de la tecnología, traccionando al sector industrial argentino, con inserción y vinculación nacional e internacional.
En el año 2009 el Estado Nacional adquirió las acciones de la firma estadounidense Lockheed Martin y la institución pasó a denominarse Fábrica Argentina de Aviones “Brig. San Martín”. A partir de ese momento, se convirtió en “una empresa estratégica que depende del Ministerio de Defensa, cuya unidad de negocios está integrada principalmente por el mantenimiento, la modernización y fabricación», subrayó la presidenta de FAdeA, Lic. Mirta Iriondo. También destacó el aporte estratégico resultante de los servicios que ofrecen: «El sostenimiento de los sistemas de arma de las Fuerzas Armadas y centralmente de las Fuerzas Aéreas. El fabricar aviones como el Pampa o el IA-100, nos posiciona como un motor del desarrollo científico-tecnológico nacional».
En esa misma línea, explicó que la participación directa de FAdeA confluye en la generación de empresas nacionales o en el aporte que pueden realizar como proveedores y en la exportación de servicios de alto valor agregado. Sobre este último aspecto citó el caso reciente de la modernización de un Fokker 50 para el Perú, donde trabajan en sus aviones militares. Y a nivel civil o comercial -añadió la Licenciada- ofrecen un servicio que «también implica un ingreso en dólares al exportar productos de alto valor agregado».
Centro Integral de MRO
Para dar una respuesta adecuada, confiable y económica, FAdeA incorporó tecnología de punta, generó socios estratégicos en la región y desarrolló nuevos procesos de producción.
Siempre buscando alcanzar estándares de excelencia mundial, el Centro Integral de Mantenimiento, Reparación y Overhaul (MRO) ofrece una atención bajo el concepto de one-stop shop o lo que ellos mismos denominan «ventanilla única», basándose en brindar un soporte a sus clientes durante las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
En los últimos años, ha intervenido en la modernización para distintos clientes en sistemas de aviónica y planta motriz, en aeronaves Fokker F28, IA-58 Pucará, IA-63 Pampa, C-130 Hércules y AB-206. «En mantenimiento tenemos clientes militares entre los que se encuentran las tres Fuerzas Armadas. Las modernizaciones las presentamos como otra área, porque no se trata simplemente del mantenimiento sino que además agregamos valor. Si bien nuestro principal cliente es la Fuerza Aérea Argentina, también lo hacemos para otras fuerzas del exterior, siendo el caso más reciente el de la Marina de guerra del Perú. Y en el aspecto comercial, el más importante es ETIHAD, una empresa que hace mantenimiento en toda la región y cuyo principal cliente es LATAM. Luego, entre las aerolíneas más pequeñas, están Flybondi, JetSMART y, por supuesto, Aerolíneas Argentinas», subrayó Iriondo.
La presidenta de FAdeA resaltó, asimismo, que en la actualidad están trabajando en la modernización del Pucará Fénix, lo que permitirá ampliar la vida operativa del tradicional sistema y obtener nuevas capacidades operativas. Al respecto, la experta describió que se trata de un avión fabricado por ellos mismos al que se le dio de baja y ahora están abocados a su recuperación. En esa línea, adelantó que se encuentran elaborando el prototipo que será certificado para poder avanzar con la modernización de navegación y comunicación mediante una cámara que será provista por INVAP. «Este avión se utilizará para el control de fronteras, por lo que la Fuerza Aérea está muy interesada en que podamos tomar todas las estructuras del Pucará y modernizarlas», agregó la profesional.
Por otro lado, mencionó otros contratos vigentes: «Estamos trabajando con el Orion de la Armada, también en la recuperación y modernización de los helicópteros AB-206 del Ejército Argentino y, próximamente, modernizaremos los Turbo Mentor de la Armada. Trabajamos en el sistema IA-63 Pampa III, el cual surge del proceso de modernización continua de la aeronave que, gracias a las capacidades de FAdeA, ha permitido mantener actualizado al avión con los sistemas más modernos. Además, también planificamos finalizar para fin de año el prototipo de un nuevo avión y empezar la serie en el 2023. Se trata del IA-100 Malvina, un avión de entrenamiento básico o primario para la Fuerza Aérea Argentina».
Cooperación y nacionalización
Pensando en los futuros proyectos, la empresa aeronáutica se centra en los trabajos que contemplan la cooperación con otras instituciones del país, apuntando a lograr un 20% de contenido nacional para “aquellas partes que antes se importaban”. En ese sentido, la titular de FAdeA comentó que analizan la posibilidad de desarrollar -junto a INVAP- un avión no tripulado de Clase II y, por otro lado, trabajar de manera complementaria con VENG en un proyecto en el que ésta se encarga de la sustitución estratégica de un fatigómetro del IA-63 Pampa III, mientras que FAdeA es la encargada de producir piezas (gajos) para los vectores que la empresa de la CONAE proyecta lanzar.
«Hoy, todo lo que es la aviónica del Pampa se importa y lo que queremos desarrollar a nivel nacional es una computadora de misión. La Argentina está en condiciones de desarrollar un display multifunción y hacerlo a través de VENG o INVAP nos ahorraría muchísimos dólares», afirmó la referente de la fábrica. Iriondo continuó explicando que en 7 años tendrán que cambiar la computadora de misión, la pantalla o display y el radar de barrido electrónico de la aeronave, lo que requeriría de una inversión de unos 15 millones de dólares. Por lo tanto, analizan la posibilidad de llevar adelante un proyecto para la elaboración nacional de esos tres componentes, una iniciativa que -para ella- implicaría «pensar en una nueva versión del Pampa».
Por último, la presidenta de FAdeA hizo mención al entrenador elemental primario IA-100 Malvina, señalando que «va a tener un 100% de integración nacional”: “Se va a integrar totalmente aquí y tendrá un valor agregado nacional de un 70%. De esa cifra, un 60% lo hace FAdeA y un 40% estará en manos de empresas locales que estamos seleccionando». Aclaró que, en tal sentido, están avanzando junto a la Cámara Argentina Aeronáutica y Espacial (CArAE) porque «la idea es que los proveedores puedan ser sostenidos a lo largo del tiempo y, a la vez, que se utilice todo lo que puedan invertir y mejorar en tecnología».
Existen otras propuestas dentro de su proyección de consolidación al frente de la industria aeronáutica y aeroespacial: la fabricación de paracaídas y de un avión no tripulado para el Ejército Argentino; la producción de más aeropartes para Embraer; y otras acciones que tienen como finalidad la captación de nuevos clientes.
Desarrollo y políticas públicas
FAdeA se constituye como herramienta de generación de tecnología y conocimientos, lo que la convierte en lo que su Presidenta denomina «tractores de la industria aeronáutica a nivel país».
En este punto, la Lic. Iriondo reconoció que hoy se ubican detrás de la brasilera Embraer, sin embargo, apuestan a seguir creciendo en la creación de vínculos duraderos y fecundos con los diferentes actores del sector aeroespacial de la Argentina, América Latina y el mundo.
Finalmente, la presidenta de la institución fue contundente al aseverar que «hay mucho para hacer» en relación a la necesidad de potenciar el desarrollo en la Argentina, lo que -según indicó- debe hacerse a través de «las decisiones políticas que nos pueden ubicar en desarrollos de primer nivel». «Estamos en condiciones de hacerlo y de mejorar la industria aeronáutica de nuestro país», concluyó.