Con técnicas isotópicas y nucleares, los científicos ayudan a luchar contra el hambre y la malnutrición, mejorar la sostenibilidad ambiental y garantizar que los alimentos sean aptos para el consumo. El OIEA, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), fomenta la capacidad de diversos países que desean emplear estas técnicas. En este artículo mencionamos algunas de ellas.
Aumento de la productividad y la resistencia de los cultivos
En una técnica nuclear denominada “mejora por inducción de mutaciones” se utiliza la radiación gamma y los rayos X para crear nuevas variedades de cultivos con cualidades específicas; por ejemplo, mayor rendimiento, menor tiempo de cultivo o resistencia a enfermedades o factores ambientales adversos.
En el marco de esa asistencia, en febrero se impartió capacitación a 12 científicos del Brasil, Colombia, Costa Rica, el Ecuador, el Perú y Venezuela. Los temas abarcaron la mejora por inducción de mutaciones, el cultivo de tejidos, el desarrollo de poblaciones mutantes y los protocolos de cribado para detectar la resistencia a la enfermedad (más información).
Irradiación de alimentos
En 2021, mediante un proyecto coordinado de investigación del OIEA se estudió la posibilidad de usar nuevos dispositivos para mejorar el proceso de irradiación de frutas antes de su exportación. Por lo general, ese proceso supone transportar los alimentos a un centro de irradiación; en cambio, los científicos de ese proyecto tienen la intención de irradiar las frutas directamente en la fábrica o el centro de empaquetado (más información).
Detección de fraudes alimentarios
En 2012 un estudio reveló que el 15 % de las trufas vendidas como de origen francés, a un precio elevado, provenían de un gran país de Asia que producía otro tipo de trufas a tan solo unos 15 euros por kilogramo. Ante esta situación, un grupo de científicos en Eslovenia, con apoyo del OIEA y la FAO, se está dedicando a estudiar este alimento. Crearon una base de datos de referencia con la que se puede establecer con un 77 % de exactitud el origen real de las trufas de ocho países, entre ellos, España (más información).
Protección de los consumidores gracias a laboratorios especializados
Por ejemplo, el OIEA ha prestado asistencia a Sri Lanka desde 2001 para que mejore sus capacidades de realización de pruebas de laboratorio. En particular, el Organismo ha capacitado al personal local en el uso de técnicas nucleares para la detección del aceite de coco contaminado. Por otro lado, en el Camerún, el OIEA y la FAO apoyaron a un grupo de científicos para que estudiaran, mediante diversas técnicas nucleares, la contaminación en la acuicultura.
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https://www.iaea.org/es/newscenter/news/dia-mundial-de-la-alimentacion-2022