La compañía petrolífera BP publicó su informe Energy Outlook 2023, en el que indica que la producción eléctrica nuclear podría incrementarse hasta en un 80 % en el horizonte del año 2050 respecto a los niveles actuales si se implementan políticas que sean consistentes con la limitación del incremento de la temperatura media global del planeta a finales del presente siglo por debajo de los 2 ºC con respecto a la temperatura existente en la época pre-industrial.
El informe de BP contempla dos escenarios, el “acelerado” y el de “balance cero”, en los que el itinerario y el alcance de la descarbonización coinciden ampliamente con los escenarios del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas. Los escenarios están dominados por cuatro tendencias: un papel cada vez menor de los hidrocarburos, una rápida extensión de las energías renovables, el incremento de la electrificación de la economía y un aumento del uso de hidrógeno bajo en carbono.
La producción nuclear podría crecer un 80% en el horizonte 2050 según los análisis de BP con la construcción de nuevos reactores y la operación a largo plazo de los existentes
Según BP, la producción nuclear crecerá un 80% en 2050 en el escenario “acelerado” y más se duplicará en el escenario de “balance cero”. La inversión y la puesta en servicio de nueva potencia nuclear se producirá fundamentalmente en China -en donde supondrá entre el 50 % y el 65 % del total en ambos escenarios-, apoyado por países emergentes y por la extensión de los plazos de operación de las centrales existentes en los países desarrollados.
La crisis energética mundial por la invasión rusa de Ucrania va a provocar que los diferentes gobiernos implementen políticas para reducir su dependencia energética exterior. El informe plantea un modelo mediante el establecimiento de una “prima por seguridad” de alrededor del 30% sobre el precio de la energía importada por cada país. Esta prima sería de casi un 60 % en los países de la Unión Europea, dada su particular exposición a los problemas causados por el conflicto bélico y a la necesidad de una rápida reducción de las importaciones de materias primas energéticas desde Rusia.
De esta manera, BP considera que se mejorará la competitividad de la energía producida autónomamente -en la que se incluye a las energías renovables, a la energía nuclear y a la energía hidroeléctrica- y en la reducción del consumo de combustibles fósiles, al tiempo que se acelerará la transición hacia un nuevo modelo energético.
Fuente: Foro Nuclear