Entre los días 30 y 31 de enero, se llevó a cabo la reunión técnica del Grupo de Trabajo sobre Factores Humanos y Organizacionales (WGHOF) de la Agencia de Energía Nuclear (NEA) de la Organización para la Colaboración y el Desarrollo Económicos (OCDE), con el objetivo de apoyar el proceso de preparación del próximo taller que la NEA tiene previsto celebrar en el primer semestre de 2025, ofrecer un espacio para enriquecer la experiencia operativa y reguladora nuclear con lecciones aprendidas tanto del sector nuclear como en otras industrias, y debatir cómo las organizaciones afrontaron los retos durante la pandemia.
Durante los encuentros, los representantes presentes compartieron la experiencia operativa y regulatoria en la gestión durante la pandemia desde una perspectiva organizacional y humana así como las lecciones aprendidas, observaciones y conclusiones, en particular sobre la adaptabilidad y resiliencia de la organización, incluyendo también los impactos a largo plazo y los retos futuros que puedan surgir como resultado de la respuesta y la adaptación.
En esta oportunidad, el FORO fue invitado a participar y presentar sus resultados del proyecto sobre “Evaluación de la resiliencia de la operación segura de las centrales nucleares, de los reactores de investigación y de las instalaciones radiactivas de los países miembros del Foro Iberoamericano en tiempos de pandemia”, el cual reúne la armonización de una posición reguladora para garantizar y mantener la seguridad nuclear y radiológica ante una pandemia, siguiendo un enfoque gradual.
La representante en el CTE de la Autoridad Regulatoria Nuclear de Argentina y coordinadora de dicho proyecto, Marcela Ermacora, realizó una presentación sobre las principales actividades comunes que los países del FORO comunicaron en los primeros momentos de la pandemia, en el marco de un intercambio de información sobre prácticas que se estaban llevando a cabo en cada país. Asimismo describió el marco conceptual desarrollado para, en primer lugar, centrar el trabajo en las actividades de los organismos reguladores, las instalaciones reguladas y las interacciones entre ambos (dejando por el momento otras organizaciones del sistema sociotécnico fuera del estudio, como los gobiernos nacionales o los centros de gestión de crisis, y las interacciones entre todos ellos); en segundo lugar, identificar y estructurar sistemáticamente (tomando como referencia los procesos de los sistemas de gestión) una especie de catálogo de elementos y procesos que se verían afectados por la pandemia; para concluir identificando aquellos elementos y procesos que se consideraron de mayor interés regulatorio dado su alto potencial para influir en la seguridad de las instalaciones nucleares y radiactivas.
Esta colaboración con la NEA ofreció una oportunidad única para compartir información y aprender de la experiencia de distintas organizaciones internacionales tanto del ámbito nuclear como de otras industrias en lo relacionado con la resiliencia y flexibilidad en gestionar lo inesperado.
Fuente: FORO