La Corporación Estatal Rusa de Energía Nuclear participó de la segunda edición del Nuclear Industry Summit Latin America (NISLA 2017), que se celebró en el Hotel Panamericano en pleno corazón porteño los días 15 y 16 de marzo.
Por Lic. Daniela Bentivoglio
El Obelisco, la amplia Avenida 9 de Julio y el ajetreo típico de las mañanas de Buenos Aires conformaron el marco en donde se realizaría el encuentro. Las banderas panamericanas en la entrada del hotel flameaban al compás de una leve brisa matinal y una multiplicidad de idiomas podía advertirse con tan solo asomarse al recinto donde se desplegaría el evento. El ruso, el chino, el español, el portugués, el italiano, el francés y el japonés se homologaron en la lengua inglesa, aunque algunos corazones latinos no dudaron en asomarse durante las presentaciones reivindicando la regionalidad de la convocatoria.
El evento contó con la presencia de expertos nucleares de diversos países, como Argentina, Brasil, Chile, Bolivia, México, Francia, China, Canadá, Italia y Rusia, entre otros. Este último estuvo representado por el conglomerado Rosatom, uno de los líderes en tecnología nuclear, con más de 70 años de experiencia en la materia y “una oferta integral que incluye todo el ciclo de combustible”. Así lo expresó Sergey Krivolapov, Vicepresidente Regional de Rosatom América Latina, quien ofreció una conferencia institucional durante las primeras horas de la segunda jornada.
El ejecutivo ruso enfatizó (en español) que “Rosatom propone mucho más que energía”, haciendo alusión a que la firma también lidera en el campo de las aplicaciones nucleares no energéticas. Explicó que Rosatom está compuesta por 340 empresas y más de 256.000 empleados, y que su portfolio de centrales atómicas incluye 35 plantas en operación en Rusia y 42 a nivel global (construcción/implementación). “Es interesante destacar que Rosatom se posiciona como número 1 en la construcción de nuevas centrales, reactores de neutrones rápidos y de investigación, enriquecimiento de uranio, rompehielos nucleares y plantas flotantes. Asimismo se ubica en el segundo lugar en depósitos de uranio y cantidad de centrales nucleares construidas y operadas en el mundo”.
Según indicó Krivolapov, “Rosatom maneja el ciclo completo de la energía nuclear, desde la minería uranífera hasta las tareas de tratamiento de desechos y desmantelamiento de centrales”. Pero no sólo se ocupa de la producción nucleoeléctrica sino también de los servicios de medicina nuclear e irradiación de alimentos y productos, entre otras notables prestaciones más allá de la generación de electricidad. A ello se le suma la formación de recursos humanos y un permanente esfuerzo por optimizar los niveles de seguridad en todas las acciones que Rosatom lleva adelante: “La seguridad y la calidad son nuestros pilares”, subrayó el Vicepresidente Regional de la sucursal latina de Rosatom.
Por supuesto, hubo espacio para detallar los alcances de la tecnología VVER, una de las grandes líneas de reactores nucleares a nivel mundial que viene escalando en prestigio y capacidad técnica a través de los años, con 57 unidades de este tipo en operación. Y si de trayectoria se habla, cómo no mencionar la unidad n° 6 de la central rusa Novovoronezh, recientemente puesta en operación comercial: “Esta instalación se consagró como el primer reactor de Generación 3+ del mundo que inició su producción energética a nivel industrial, lo que nos satisface notablemente por ser un antes y un después en la industria nuclear mundial”, remarcó Krivolapov.
Otro punto destacado de la presentación rusa fue el tema de la aceptación pública de la energía nuclear, pero ¿de qué forma puede Rosatom ayudar a sus socios en este desafío? Ante este interrogante el representante del conglomerado explicó que existen tres formas para aumentar la percepción positiva de esta industria. A tales fines, Rosatom realiza encuestas para testear la aprobación de la población, desarrolla e implementa programas comunicacionales para grupos de interés. Dentro de la última línea, la propuesta consiste en la celebración de eventos especiales, planes de comunicación en crisis, presencia en redes sociales, y actividades en medios periodísticos, entre otras. Sin embargo, la experiencia rusa en la promoción de la ciencia y la tecnología nuclear se condensa en uno de los factores de la estrategia de Rosatom: los centros de información pública.
Mi carácter de periodista especializada en energía nuclear y mi formación como Licenciada en Ciencias de la Comunicación (me permito la autorreferencialidad) me lleva a apreciar particularmente la problemática de la aceptación pública de la energía nuclear, pues no es una tarea sencilla de conseguir. En algún próximo artículo ya nos detendremos a abordar estas cuestiones con mayor profundidad, pero deseo expresar en estas breves líneas la trascendencia de los centros de información que propone Rosatom. Éstos (sin duda la estrella del plan comunicacional del conglomerado) son algo así como espacios de aprendizaje donde la educación científica y el rigor de la tecnología confluyen para desterrar mitos y prejuicios que suelen tener los visitantes. Los centros de información son áreas de comunicación multifuncional dedicados a la educación pública sobre el uso de las tecnologías nucleares. Hay centros de este tipo ubicados en 17 ciudades rusas y también en Vietnam, Bielorrusia, Turquía y Bangladesh. “Por mes, un promedio de 2.300 personas visitan los centros de información, lo que representa un total de 2 millones de visitantes en todo el mundo aproximadamente”, detalló Krivolapov durante su conferencia. ¿Pero cuál ha sido el resultado de estas iniciativas más allá de la cantidad de visitas que se han recibido? De acuerdo con las encuestas de Rosatom, un 80% de los visitantes han cambiado su percepción sobre la energía nuclear tras visitar los centros, y esto no es poca cosa.
Otro punto relevante de la presentación de Krivolapov tuvo que ver con la cooperación de Rosatom con países latinoamericanos, vínculo que se ha ido profundizando desde la inauguración de la oficina de Rosatom en Río de Janeiro en junio de 2015. Entre los países con los que Rosatom ha concretado iniciativas de colaboración se encuentran México, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay, Venezuela, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador y Guyana.
Con respecto a Bolivia, el ejecutivo ruso describió el proyecto del Primer Centro de Tecnología e Investigación Nuclear del país del Altiplano, que comenzó a delinearse el 6 de marzo de 2016 cuando se suscribió un acuerdo intergubernamental para la cooperación en los usos pacíficos de la energía nuclear y donde se anunciaba la construcción del Centro. La instalación se ubicará en El Alto (a 4.100 metros de altura), contará con un reactor de investigación, un ciclotrón, un centro de irradiación multipropósito y, entre otros, instalaciones para promover I+D y educación.
En lo que refiere a Brasil, se mencionó el reciente acercamiento entre Unarium One Inc. (subsidiaria de Rosatom) con Indústrias Nucleares do Brasil (INB), luego de que la firma ganara una licitación para la provisión de uranio natural para las centrales nucleares brasileñas. Asimismo, Krivolapov sostuvo que “Rosatom es uno de los mayores suministradores de radioisótopos para la Comisión Nacional de Energía Nuclear de Brasil (CNEN)” y que “el 1 de diciembre de 2016 se firmó un Memorando de Entendimiento entre la United Corporation for Innovations (UIC) y la compañía CK3 de Brasil para el desarrollo, construcción y operación de un Centro de Irradiación en São Paulo”.
Finalmente, el Vicepresidente regional repasó el vínculo con Paraguay -iniciado con la Autoridad Reguladora Radiológica y Nuclear (ARRN)- que proclama la colaboración bilateral y pacífica. También hizo mención a las propuestas educativas de Rosatom y las actividades de intercambio: “En 2016, más de 1.400 estudiantes de 37 países estudiaron
en universidades líderes de Rusia”, precisó el experto.
Por último, la participación rusa en el NISLA 2017 también incluyó la rúbrica de un Memorando de Entendimiento entre Rosatom América Latina y la Asociación de Jóvenes Nucleares Argentinos (AYNG) a través del cual ambas instituciones expresaron su voluntad de colaborar mutuamente en la ejecución de programas para difundir la actividad nuclear pacífica en la Argentina y crear mayores espacios de protagonismo para los jóvenes. El documento fue suscripto por el presidente de ROSATOM América Latina, Ivan Dybov, y el presidente de la AYNG, Cristian Vega. Esto será motivo de una nueva página en la historia nuclear bilateral rusa-argentina.