La tecnología nuclear no sólo produce electricidad: sus múltiples aplicaciones se extienden hasta la esfera de irradiación de alimentos y materiales, prestaciones en el campo de la salud, agricultura e industrias muy diversas. Incluso permite evaluar la veracidad de obras de arte y la calidad de materiales para la construcción, entre otros tantos usos. La difusión de estas aplicaciones fue el objetivo del workshop que Rosatom ofreció en Río de Janeiro el pasado 17 de abril y cuyas conclusiones aquí se presentan.
Durante el taller -organizado por Rosatom International Network a través de la oficina regional Rosatom América Latina- se hizo hincapié en el desarrollo de estas tecnologías no energéticas en la región. El auditorio estuvo conformado por prestigiosos expertos internacionales ligados a estas prácticas nucleares, quienes tuvieron la oportunidad de compartir experiencias y formar parte de un interesante debate con mirada regional.
El evento se desarrolló en el marco del memorando de entendimiento que la filial de Rosatom, United Innovations Corporation (UIC), y la compañía brasileña CK3 suscribieron a finales de 2016 para la construcción de un centro de irradiación en Brasil.
El creciente interés por las tecnologías nucleares no energéticas que utilizan fuentes como rayos X, gamma, beta y haces de electrones, entre otras, y que se emplean principalmente para la esterilización y desinfección, reunió en este workshop a representantes de distintas compañías, como Eletronuclear, Eletrobrás, Nuclep, Amazul y Tecnatom. “También estuvieron presentes especialistas de la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEN) de Brasil, la Corporación Brasileña de Investigación Agrícola (EMBRAPA), el Instituto Brasileño para la Calidad Nuclear (IBQN), la Sociedad Brasileña de Medicina Nuclear (SBMN) y la Federación Brasileña de Hospitales (FBH), junto con estudiantes de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ)”, informaron desde Rosatom América Latina en un comunicado.
Por la parte rusa, Sergey Krivolapov, vicepresidente de la regional latinoamericana de la corporación, disertó sobre las soluciones integrales que se encuentran disponibles en el área de la irradiación. Explicó en esa línea de qué forma Rosatom ha estado cooperando a nivel regional en esas aplicaciones, recordando la firma del Memorando de Entendimiento entre la subsidiaria rusa United Innovations Corporation (UIC) y la compañía brasileña CK3, que tuvo lugar a fines del 2016 y que sentó las bases para la construcción de un centro de irradiación. «Este centro permitirá combinar las competencias y logros de Rusia en el campo de la tecnología de la radiación con la experiencia de la compañía brasileña CK3 en el mercado interno», apuntó el ejecutivo.
El Memorando fue rubricado el 1 de diciembre de 2016 entre el Director General de la United Corporation for Innovations, Denis Cherednichenko, y el Director General de la CK3, Renato Cherkezian. El Centro prestará servicios para tratamientos con radiación de productos médicos y farmacéuticos, cosméticos, entre otros.
A su turno, el asesor de la empresa CK3, Arminak Cherkezian, subrayó que “la idea de esta iniciativa es desarrollar una planta de irradiación para la esterilización de materiales médicos, bajo el objetivo de constituir estos servicios en una opción calificada y viable para este mercado que actualmente cuenta con un solo proveedor”. Cherkezian se mostró confiado en que la combinación de las exitosas experiencias de Rusia y Brasil en la materia será capaz de satisfacer la demanda del mercado de irradiación en medicina, que se estima un 30% mayor para 2018 según el experto. “Luego de este debate –agregó- estoy aún más seguro de la necesidad de esta planta. Este proyecto va a ser un gran acierto de Rosatom en Brasil”.
“En la agricultura, el uso de la tecnología de irradiación de alimentos ya es una condición fundamental para la exportación de productos a varios países, como Estados Unidos”, declaró Anna Lúcia Villavicenco, experta del Instituto de Investigación en Energía Nuclear (IPEN) y la Comisión Nacional de Energía Nuclear de Brasil (CNEN). Los beneficios se extienden desde la desinfección y descontaminación microbiana al establecimiento de posibles menores tasas de descomposición de los alimentos, elevando así los niveles de seguridad de los productos. «Es necesario construir un programa de difusión de estas técnicas, tanto para concientizar a los consumidores como a los protagonistas de las industrias», señaló.
Vale recordar que los tratamientos con radiación no sólo no afectan a la salud de las personas sino que –bajo los estándares establecidos- son recomendados por OMS y FAO. En efecto, ambas destacan –en una publicación titulada “LA IRRADIACION DE LOS ALIMENTOS: Una técnica para conservar y preservar la inocuidad de los alimentos” (Ginebra, 1989)- “el amplio papel de la irradiación de los alimentos en la lucha contra dos de los principales problemas relacionados con su suministro: la pérdida enorme pero evitable de alimentos por descomposición y las enfermedades y defunciones que produce el consumo de alimentos contaminados”.
Posteriormente, Konstantin Panin, representante de Rusatom Healthcare, destacó la importancia de la construcción de instalaciones multifuncionales para el tratamiento de alimentos y productos médicos, con los cuales “los países podrán experimentar beneficios económicos y mejorar la salud de la población”. «Rosatom invierte más de 1 millón de euros por día en investigaciones de nuevos productos y servicios. Ofrecemos soluciones integrales que puedan ayudar en cada etapa de un Centro de Medicina Nuclear, por ejemplo, desde el diseño del proyecto hasta su ejecución y gestión, y la capacitación de recursos humanos. También somos flexibles como para colaborar con equipos de otros proveedores más allá de Rosatom”. Además, el Director del Instituto de Investigación Científica de Física Técnica y Automatización, Aleksandr Zykin, subrayó que «para cada tarea que recae bajo las leyes de la física hay una solución de ingeniería disponible a la espera de ser establecida. Esto es lo que venimos haciendo desde hace más de 70 años».
Finalmente, durante el workshop los especialistas presentes compartieron experiencias e informaciones. En lo que respecta al área de radiofármacos, Luis Alberto Pereira Dias (IPEN / CNEN) destacó que ya ha comenzado una asociación con Rosatom a fin de abaratar la producción nacional de Lutecio (LU) para la terapia del cáncer de próstata. Luego, Sérgio Altino de Almeida, de la Sociedad Brasileña de Medicina Nuclear (SBMN), advirtió la urgencia de ampliar el acceso de las personas a la medicina nuclear, considerándola como la única capaz de generar soluciones personalizadas en los tratamientos del cáncer. Mencionó que de los cientos de radiofármacos existentes, hoy sólo 23 son utilizados por el Sistema Único de Salud (SUS) de Brasil, y que la distribución de los tratamientos con PET Scan, por ejemplo, es asimétrica en el país, concentrándose en el Sudeste. «El uso de las tecnologías de la medicina nuclear es 6,5 veces menor en Brasil que en los Estados Unidos. Necesitamos un plan coordinado con el apoyo de la sociedad para ampliar estas prácticas en Brasil», afirmó Almeida.