“Las actividades de la CNEA en el campo de la investigación básica y aplicada tienen como objetivo la generación de conocimiento, la formación de recursos humanos y el desarrollo de disciplinas que resultan básicas para la tecnología nuclear y la ciencia y tecnología de materiales”. Estas palabras, difundidas en el portal de la Comisión, resumen el espíritu de la Gerencia de Investigación y Aplicaciones (GIyA), cuyo titular, el Dr. Guillermo Martí, conversó con Enula.
El primer reactor argentino, el RA-1, se construyó en el Centro Atómico Constituyentes (CAC) con el objetivo de llevar a cabo investigaciones y desarrollos asociados con combustibles, materiales nucleares, ensayos no destructivos, y otros campos. Esa trayectoria fue la que posteriormente daría nacimiento al Instituto creado en honor al Dr. Jorge Sábato, quien impulsó el estudio de materiales nucleares en el país, entre otros grandes aportes de esta emblemática figura.
El Dr. Martí ingresó a la CNEA en el año 1975, en octubre, cuando físicos como Mario Mariscotti, Ema Pérez Ferreira, Roberto Perazzo, Julio Rossi, Ernesto Maqueda (“….y muchos otros que me debo estar olvidando…”, agregó) planeaban un nuevo acelerador, hoy acelerador TANDAR, “en reemplazo del viejo ciclotrón que se había instalado en las épocas fundacionales de la CNEA”. Casi diez años después –cuando se empezaron a realizar los primeros experimentos con el acelerador y se había terminado el Edificio TANDAR- Martí comenzó a trabajar en el CAC.
Tandar: La Gerencia de Investigación y Aplicaciones (GIyA) de la CNEA, tiene su sede en el actual Edifico 42 Tandar del CAC y es donde se desarrollan la mayoría de sus actividades de investigación básica y aplicada, desarrollo tecnológico, servicios y formación de recursos humanos de excelencia y alta especialización, a nivel de grado y postgrado. Este laboratorio mantiene lazos con la comunidad científica internacional, con la que se realizan colaboraciones en forma permanente. Personal de la GIyA tiene a su cargo la operación del Tandar -Tándem Argentino- que es un acelerador electrostático de iones pesados que nominalmente podría alcanzar 20 MV, obtuvo su primer haz de partículas en 1984, convirtiéndolo en ese momento en el segundo, en su tipo, que podía alcanzar esos niveles de tensión de aceleración. Este acelerador se utiliza en investigaciones básicas en física nuclear, para el estudio de estructura nuclear y reacciones nucleares; actualmente se está desarrollando un programa de investigación en reacciones nucleares inducidas por núcleos estables débilmente ligados. Pero, además, buena parte del tiempo del haz también se utiliza para llevar a cabo investigación aplicada.
Cuando se construyó el TANDAR, y durante los primeros años de su operación éste dependía del Departamento de Física de la CNEA, que fue creciendo e incorporando investigadores y tecnólogos. Como resultado de diversos cambios en la estructura de la Comisión, aquel Departamento pasó a ser la Gerencia de Investigación y Aplicaciones (GIyA), que posee actualmente unas 220 personas en su planta. Es una de las gerencias más grandes, y el Dr. Martí es el tercer profesional en hacerse cargo de su conducción.
Antes de 1995 la GIyA se conocía bajo el nombre Departamento de Física del Centro Atómico Constituyentes, para distinguirla del departamento homónimo que funcionaba en el Centro Atómico Bariloche (CAB). Entre 1995 y Mayo de 2007 se la conoció bajo el nombre Unidad de Actividad Física (UAF). En Mayo de 2007(1), al decidirse la actual estructura de Gerencias de Área, se estableció la denominación actual y su dependencia de la Gerencia de Área Investigación y Aplicaciones No Nucleares (GAIyANN).
El personal de los departamentos y la sub-gerencia que la componen, desarrolla actividades en las siguientes áreas: física nuclear y sub-nuclear, tecnología y aplicaciones de aceleradores, física del caos y de sistemas complejos, física y físico-química de la materia condensada y energía solar. En particular la formación de recursos humanos tiene lugar a través de un programa de doctorado acreditado por la CONEAU como A, que se desarrolla actualmente en el marco del Instituto Sábato, UNSAM-CNEA.
El personal mantiene fuertes lazos con la comunidad científica internacional y gran parte de las investigaciones se realizan en colaboración con científicos extranjeros. (CNEA)
La GIyA está formada por una Subgerencia y cinco Departamentos. “El subgerente de la Subgerencia de Tecnología y Aplicaciones, es el Dr. Andrés Kreiner y en estos momentos él y su personal están desarrollando un acelerador para la producción d neutrones para llevar a cabo lo que se conoce como terapia del cáncer por captura neutrónica” (BNCT por sus siglas en inglés).
Conformada por un grupo de científicos y tecnólogos, “la Gerencia se dedica al desarrollo de tecnología de aceleradores, dispositivos asociados y a sus múltiples aplicaciones”. Entre sus principales metas se destaca la voluntad de impulsar el “desarrollo local de tecnología de aceleradores de iones”, “promover actividades de investigación, desarrollo y servicios especializados vinculadas a las aplicaciones de aceleradores a problemas biomédicos, nucleares, medioambientales, micro y nano tecnológicos. Esta subgerencia incluye la División de Tecnología de Aceleradores y Aplicaciones Biomédicas y la División de Aplicaciones a Materiales y Medioambiente.
Por otra parte, el Departamento Acelerador TANDAR, Asistencia Técnica e Ingeniería está conformado por un grupo de profesionales y técnicos que se ocupan de operar el acelerador Tandar. “Tiene como función primordial la operación y el mantenimiento preventivo y correctivo del acelerador de iones pesados TANDAR”. Incluye dos Divisiones: Acelerador TANDAR, y Asistencia Técnica e Ingeniería.
En cuanto al Departamento de Energía Solar, el Dr. Martí explicó: “Es el único ámbito en el que se realiza investigación y aplicaciones en el campo de la energía solar. Aquí se llevan a cabo, por ejemplo, desarrollos de sistemas fotovoltaicos para satélites, como el SAOCOM 1, el SAOCOM 2, para los cuales se diseñaron elementos electrónicos con el objetivo de proveer de energía a estos satélites”. Este Departamento hace hincapié en el estudio y promoción del uso de la energía solar fotovoltaica a fin de profundizar la aplicación de las fuentes renovables y el uso racional de la energía. Este Departamento tiene un grupo importante de investigación y desarrollo y formación de recursos humanos en temas de energía solar y sus aplicaciones.
La GIyA también incluye áreas totalmente abocadas a la Investigación y Desarrollo. “El Departamento Física de la Materia Condensada cuenta con casi 85 personas (buena parte son investigadores del CONICET) que se dedican a la investigación básica y aplicada en física de la materia con orientaciones tanto experimentales como teóricas. Entre otros temas, estudian memorias resistivas. Un ejemplo de memoria resistiva sería un disco rígido de computadora: se trata de una memoria que permite almacenar información gracias a cambios de resistencia o variaciones de determinadas magnitudes electromecánicas y/o electrónicas”, describe el Dr. Martí.
Este ámbito está formado por dos divisiones: “Por un lado, la División Física Teórica de la Materia Condensada, cuyo jefe era el Dr. Ignacio Urrutia (actual: Dr. Ruben Weht). Cuenta con un numeroso grupo de investigadores y becarios que principalmente se especializan en el estudio de las propiedades de materiales y sistemas complejos. Por otro lado, se encuentra la División Física Experimental de la Materia Condensada, a cargo de la Dra. Emilia Beatriz Halac (actualmente Jefa del Dpto. Fisica de la Materia Condensada). En esta división se realizan estudios de materiales sólidos y superficies utilizando un amplio abanico de técnicas experimentales”.
“Para mencionar algunos grupos de trabajo: existe un grupo que estudia magnetismo, propiedades magnéticas, caracterización de materiales magnéticos, etc. Otro grupo de físicos teóricos se especializa en el campo de la materia blanda y materia líquida, y uno muy importante realiza estudios de cristalografía. El Dr. Daniel Vega y la Lic. Griselda Polla –quien me precedió en la dirección de la gerencia- realizan interesantes mediciones para el área farmacéutica. Poseen varios equipos relevantes, entre ellos un difractómetro, con los cuales investigan las características de fármacos y compuestos químicos, y como servicios, efectúan cerca de 1.500 informes por año para empresas farmacéuticas siguiendo protocolos muy estrictos. Por su parte, el grupo liderado por el Dr. Horacio Corti fabrica celdas de combustibles con hidrógeno, considerado la energía/batería del futuro”, agrega el experto.
Ocupan un lugar relevante por el tipo de investigación que realizan: el Departamento Física Teórica que desarrolla actividades de investigación básica en áreas como caos cuántico, física hadrónica y astrofísica, métodos de teoría de campos, y mucho más, y el Departamento Física Experimental con dos grupos de trabajo que se abocan: el primero al análisis de superficies y materiales duros como símil diamante y derivados de carbono, mientras que el segundo realiza investigaciones con iones pesados utilizando el acelerador Tandar. En este último fue donde el Dr. Martí desarrolló la mayor parte de su carrera: “Como ‘físico’ aún pertenezco al Departamento de Física Experimental que fue donde realicé durante los años ’80, mi tesis doctoral y luego seguí haciendo investigación básica utilizando el acelerador TANDAR. Me dediqué a la física nuclear básica, campo en el que investigábamos al núcleo: su forma (si era esférico, ovalado), si emitía rayos gammas, o partículas cargadas, o neutrones. Tengo muy buenos recuerdos de aquella época…. Actualmente cuando la Gerencia me lo permite, sigo colaborando en el tema de reacciones nucleares. Si bien me queda poco tiempo para ello, también este cargo me brinda algunas satisfacciones y… abundantes dolores de cabeza diría”, señala Martí entre risas.
Antes de su rol como gerente fue jefe de la División Iones Pesados y Espectrometría de Masas (FIPEMA 2006-2010) [actual Departamento de Física Experimental), posteriormente fue Jefe del Departamento Acelerador Tandar Asistencia Ténica e Ingeniería (2012-2014). “Desde el 2014 ocupo el cargo de Gerente de Investigación y Aplicaciones” y aclara que “en nuestra gerencia este cargo es electivo, es decir se elige por votación de los investigadores, tecnólogos, profesionales y técnicos que la componen”. Fue designado como Gerente de la GIyA por un mandato (2014-2016) y reconfirmado (también por votación) hasta el 2018. “Creo que un logro al frente del área fue conseguir la institucionalización del Laboratorio Cero”, temática a la que dedicó algunos comentarios.
Laboratorio Cero: Un laboratorio de vocaciones.
Palabras del Dr. Guillermo Martí
“Cuando recién empezaban las irradiaciones con el acelerador TANDAR un Ingeniero que se encargaba de su fuente de iones, Ing. Antonio Tersigni, trabajaba con Julio Rossi (mi director de Tesis doctoral) y un grupo de físicos experimentales. Por su cuenta, el Ing. Tersigni comenzó a convocar a estudiantes, principalmente del último año de la facultad de Ciencias, a realizar experimentos sencillos pero instructivos, y de a poco fue naciendo el Laboratorio Cero. A mediados de los ‘90 Antonio se fue, pero la tradición quedó intacta y diversos profesionales comenzaron a ocuparse de las actividades del Lab. Cero –como el Dr. Daniel Hojman, el Dr. Pablo Levy, el Dr. Mario Debray y el Dr. Emmanuel de la Fournière (estos dos últimos actuales responsables, junto con el Dr. Andrés Arazi)- con el apoyo del Instituto Sabato y la Universidad Nacional de San Martín.
Si me preguntan ‘¿qué es lo más importante que hizo el Laboratorio Cero?’ lo resumiría en una simple frase: ‘Motivar y generar vocaciones científicas’. Desde el primer momento fue una iniciativa pensada para aquellos chicos-jóvenes curiosos que se interesan por experimentar cosas tan básicas como mezclar un poco de agua con aceite y ver qué ocurre. La idea fue despertar vocaciones científicas, y creo que fue un propósito que se logró con mucho éxito. En efecto, con el Laboratorio Cero se logró captar a muchos actuales profesionales que se incorporaron a la CNEA, y posteriormente ocuparon puestos muy importantes.
La clave de este laboratorio, como lo llamamos nosotros, fue que se apostó a la ‘difusión de la ciencia por los mismos científicos’, y en mi opinión personal, ¡ésa es la clave! Es la mejor manera de divulgar conocimientos en el área de la Ciencia y la Tecnología. Por supuesto que hay otras formas de hacerlo, pero a mi entender se agrega un plus si los chicos y jóvenes pueden tener un contacto directo con los científicos y generar empatía –más aún si son jóvenes- al ver que ellos no sólo estudian y hacen experimentos sino que les gusta la música, bailan, pasean, toman colectivos, en fin, infinitas cosas ‘de todos los días’ que a veces se olvidan pensando que quienes hacen ciencia son ‘personas aburridas encerradas en un laboratorio….de las cuales a veces se dice: ‘viven en un tapper…’. Este tipo de contacto creo que es muy positivo.
Los chicos y jóvenes tienen la oportunidad no sólo de escuchar y relacionarse con especialistas sino también de hacer experimentos ellos mismos. Es decir, aprenden, más allá de lo que leen en libros o conocen a través de los profesores. Aquí ‘pueden meter la mano en la grasa… ensuciarse las manos’ y esto brinda un conocimiento que luego no se olvida jamás.
Laboratorio Cero cumplió 30 años. Cuando me hice cargo de la gerencia Griselda me había comentado que el Laboratorio Cero aún no estaba ‘institucionalizado’. Nos pareció que era la oportunidad propicia para hacer que el Laboratorio Cero pasara a depender directamente del GIyA (nació en el Dpto. de Física). Discutimos este proyecto en la mesa de Jefes para lograr que el Presidente de la CNEA firmara una resolución. Lo fuimos conversando con el Gerente de Comunicación Social, el Lic. Rubén Sutelman, quien nos ayudó muchísimo para que finalmente el Laboratorio Cero quedara institucionalizado. Con esto nos aseguramos la continuidad del taller, más allá del cambio de autoridades en la Gerencia. Finalmente hago votos para que el Laboratorio Cero tenga proyección, porque realmente estoy seguro de que es una herramienta muy valiosa.
Otro factor relevante es lo que denominamos ‘transposición didáctica’. Durante algunos años hicimos talleres docentes con el objetivo de que los profesores de colegios secundarios también participaran en el Laboratorio Cero a efectos de que realizaran experimentos para volcarlos luego en el aula y los ayudara en sus tareas diarias con los chicos de la escuela secundaria.
La idea es perpetuar el Laboratorio Cero y que continúe siendo lo que es: un taller donde los jóvenes aprenden a hacer ciencia. Lograr que 30, 50 u 80 chicos vengan los sábados de 9 a 13 hs a escuchar una charla científica o a observar y/o hacer experimentos es algo muy productivo y motivador. Por eso nos esforzamos tanto por lograr la institucionalización del Laboratorio. Con esta conquista podemos solicitar becarios, adquirir más instrumentos y/o materiales para garantizar que esta propuesta que ya acumula tres décadas de historia siga vigente en su noble apuesta por las próximas generaciones de científicos”, concluyó Martí.
*Nota elaborada por Enula