Dr. Juan Carlos Furnari
Gerente del Área de Medicina Nuclear y Radioterapia de la Comisión Nacional de Energía Atómica
En el área de la medicina nuclear y la radioterapia Argentina ha sido pionera en Sudamérica, de la mano de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), institución que siempre mantuvo un rol fundamental que aún continúa vigente.
En la década del ´60 Argentina ya había comenzado sus desarrollos en la materia, mientras que en el resto de la región se llevarían a cabo años más tarde, incluso en Brasil. Por una cuestión de tamaño territorial, actualmente ese país tiene más centros de medicina nuclear; pero hasta hace algunos años era al revés.
Argentina siempre estuvo a la vanguardia en ese campo, convirtiéndose en un ejemplo de referencia para otros estados, e impulsando tecnologías que luego se difunden al resto de la región. Esto se remonta al año 1991, cuando la Fundación Escuela de Medicina Nuclear (FUESMEN), de la provincia de Mendoza, dispuso del primer equipo PET del Hemisferio Sur, junto con un ciclotrón para la producción de radioisótopos. Asimismo, en el año 2001 CNEA introdujo comercialmente desde el Centro Atómico Ezeiza la fluorodesoxiglucosa (FDG) en Buenos Aires, que FUESMEN ya venía usando localmente.
Ese rol pionero de la Argentina vuelve ahora a ratificarse: desde 2014 está en marcha el Plan Nacional de Medicina Nuclear, por el cual se están construyendo en varias provincias centros de medicina nuclear y radioterapia que acercarán la alta tecnología en diagnóstico y tratamiento a las más alejadas regiones del país. Así, las provincias de Formosa, La Pampa, Entre Ríos, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Buenos Aires se beneficiarán con la instalación de ciclotrones, aceleradores lineales, resonadores, equipos PET-CT, SPECT-CT, braquiterapia y otros. Asimismo, se han reequipado los centros propios de CNEA: La Fundación Centro de Diagnóstico Nuclear creó su Centro de la Mujer, con nuevo equipamiento, y la FUESMEN inauguró recientemente el primer PET híbrido con resonador de América Latina (PET-RMN). Es un equipo muy avanzado, disponible en muy pocos lugares del mundo, que permite detectar pequeños tumores, entre otras patologías.
Por otra parte, Argentina contará con el primer Centro de Protonterapia de Latinoamérica, ubicado frente al Instituto Ángel Roffo de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de un equipamiento fundamental para cierto tipo de tratamientos oncológicos, principalmente en pediatría. Seguramente va a ser un centro regional al que acudirán pacientes de Brasil, Uruguay, Chile, y otras geografías, lo que va a causar un impacto social muy fuerte. La instalación constará de un acelerador de protones de alta energía, equipamientos de gammaterapia, un Cyber-knife, un resonador y un PET-CT.
Con el Plan Nacional de Medicina Nuclear que el gobierno actual sostiene y potencia, se duplicarán los cinco ciclotrones existentes hoy en día expandiéndose la provisión de FDG y otros radiofármacos de F-18 al resto del territorio.
La iniciativa de hace décadas de CNEA también se trasladó a otros países, como Uruguay, que tiene un centro de medicina nuclear de excelencia en Montevideo.
Por su parte, Bolivia va a instalar un ciclotrón y centros de medicina nuclear de la mano de la empresa argentina INVAP. Más allá de los demás detalles del proyecto (ver recuadro), la CNEA fue convocada para la formación de recursos humanos. Profesionales y técnicos bolivianos vendrían a la Argentina para capacitarse, a fin de desarrollar en su país un plantel de recursos humanos calificados.
Desde hace muchos años desde Ezeiza producimos molibdeno-99, en la única planta sudamericana de producción de molibdeno por fisión. Desde ahí se abastece a todo el mercado nacional, a un tercio del mercado de Brasil y a muchos países latinoamericanos a través de la venta de generadores de tecnecio-99m. Nuestra planta de fisión es la primera planta del mundo que produce molibdeno con blancos de uranio de bajo enriquecimiento, al 20%, tecnología que ya se está imponiendo en otras partes del mundo.
Este año, en la Cumbre de Seguridad en Washington, la Argentina fue premiada por la comunidad internacional por el uso de uranio de bajo enriquecimiento para producción de radioisótopos. El galardón lo recibió la CNEA y la empresa estatal INVAP en reconocimiento por su aporte a la no proliferación: se bajó el enriquecimiento de uranio de los reactores de investigación y se implementó el método de producción de molibdeno con uranio al 20% antes mencionado.
En el ámbito internacional la presencia de CNEA, y de toda Argentina, es fuerte desde hace muchos años. En el país tenemos ahora alrededor de 300 centros de medicina nuclear, y CNEA fue pionera, posibilitando un gran nivel en estos servicios y desarrollos, tanto en el ámbito privado como público.
Novedades sobre Bolivia
Fuente: Enula
En el marco del Encuentro Empresarial de Hidrocarburos y Energía Bolivia-Argentina, llevado a cabo el 4 de julio en la ciudad boliviana de Tarija, la empresa argentina INVAP y la Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN) firmaron un acuerdo con el objetivo de implementar un Centro de Medicina Nuclear que tendrá tres componentes: un ciclotrón (generador de radioisótopos, marcador tumoral), un Pet Scan (sistema de scaneo) y un Acelerador Lineal (para un tratamiento focalizado), según informaron desde INVAP.
La iniciativa se enmarca en el interés por parte del país del Altiplano en iniciar sus actividades nucleares no energéticas con fines pacíficos. Vele destacar que, por otra parte, Bolivia desarrollará su Primer Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear en El Alto, que estará destinado a las aplicaciones nucleares en ciencia e investigación, medicina, geología, agricultura e industria. Será el centro de tecnología nuclear más grande y moderno de Sudamérica, y estará construido por Rosatom.
De acuerdo al convenio suscripto en marzo último ante la presencia del presidente boliviano Evo Morales, el ambicioso proyecto lo concretará la corporación estatal de energía nuclear rusa Rosatom, cuya historia acumula más de 130 reactores de investigación construidos en Rusia (52 de los cuales todavía están en operación), lo que implica alrededor del 20% del número total de reactores de investigación del mundo. Unos veinte reactores de investigación fueron construidos en otros países en cooperación con Rusia, de más de 50 años de experiencia en este campo, en base a sus diseños.
Asimismo, el pasado viernes 9 de julio el Ministerio de Hidrocarburos y Energía y Rosatom rubricaron tres convenios de cooperación: “Acuerdo para el Desarrollo del Proyecto (PDA por su sigla en inglés) de Construcción del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear”, que garantiza la conclusión del proyecto y otros dos convenios de “Capacitación de Personal en el uso de la Tecnología Nuclear” y “Aceptación Pública del uso de la Tecnología Nuclear”, indicaron desde la cartera energética boliviana.