¿Qué son los reactores VVER? ¿Cuáles son sus características en términos de seguridad y cómo ha ido evolucionando el diseño? Dmitrii Samokhin -Jefe del Departamento de Diseño y Desarrollo de Reactores de la Universidad MEPhI de Rusia- explicó todos los detalles en la Conferencia Abierta que brindó en la Facultad de Ingeniería de la UBA (FIUBA) el pasado 17 de noviembre.
El encuentro se destinó a miembros de la comunidad académica, ingenieros nucleares, expertos en reactores y periodistas. ¿El objetivo? Explicar las cualidades de la línea rusa VVER de la Corporación Rosatom, que históricamente ha trabajado en conjunto con la National Research Nuclear University (MEPhI), de Moscú. Se trata de una de las casas de altos estudios más importantes de Rusia, y que año tras año provee al sector nuclear de ese país con una gran cantidad de graduados que luego tienen la posibilidad de desempeñarse en el conglomerado estatal.
Un punto relevante de la estrategia de Rosatom es la colaboración internacional en materia educativa, terreno en el que ha concretado una serie de acuerdos con diversas universidades extranjeras. La firma dispone de un programa especial para que estudiantes de otros países puedan formarse en instituciones rusas, poniendo el eje en la capacitación de los recursos humanos.
La Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires fue una de las instituciones que se sumó a esta iniciativa, suscribiendo un convenio de cooperación con Rosatom en junio de 2014, precisamente en la prestigiosa MEPhI. Uno de sus principales profesores, Dmitrii Samokhin, fue quien tuvo a cargo la Conferencia sobre los reactores VVER en la FIUBA, que fue presentada por el Prof. Gerardo Quintana de la institución argentina.
A modo introductorio, el experto ruso se detuvo en las características principales de los reactores VVER, ofreciendo referencias de casos exitosos y la evolución de la línea, que “ha incorporado todas las recomendaciones surgidas internacionalmente en materia de seguridad”.
Desde un enfoque histórico, presentó en primera instancia los antecedentes del desarrollo nuclear y sus protagonistas, destacando la labor de Marie y Pierre Curie, entre tantos otros. También señaló que la central rusa de Óbninsk fue la primera planta nuclear civil puesta en operación en todo el mundo, lo que sucedió el 26 de junio de 1954, y que “tuvo un rendimiento térmico que le permitió abastecer a 120.000 personas en esa región”.
Posteriormente, compartió los detalles vinculados a la tecnología VVER, reactores de agua presurizada con una trayectoria que incluye más de 70 unidades construidas a lo largo de 50 años. “Sus inicios se remontan a 1964, cuando se construyó el primer reactor VVER-210. Luego se implementaron cambios de parámetros, continuando por el VVER-365, VVER-440, VVER-1000 y, finalmente, el VVER-1200. La tecnología rusa VVER es una de las más reconocidas mundialmente, y sus dos últimas variantes, de 1000 y 1200 MW, se han puesto en funcionamiento exitosamente en países como India, Irán y Rusia, entre otras naciones que también han apostado a esta línea”, precisó Samokhin.
El especialista ruso subrayó, además, el hito que tuvo como protagonista a la unidad 6 (VVER-1200) de la central Novovoronezh, que se convirtió –en agosto último- en el primer reactor de generación 3+ puesto en funcionamiento a nivel global. “Es el reactor más moderno y potente que existe en la actualidad, e incorpora todos los requerimientos regulatorios surgidos tras Fukushima”, remarcó.
Posteriormente, describió los componentes internos del reactor y sus combustibles, repasando rápidamente el proceso de fabricación y mostrándole al público presente una pastilla de uranio a modo ilustrativo.
El orador precisó que el diseño VVER-1200 está conformado por 163 elementos combustibles y brindó algunos parámetros técnicos: “Cuenta con una vida útil estimada en 60 años como mínimo y un factor de capacidad del 90%, por lo que su productividad es muy alta. El reabastecimiento de combustibles se realiza cada 18 meses y sus sistemas activos y pasivos refuerzan su seguridad notablemente”. En efecto, Samokhin advirtió que la mayor premisa que distingue a estos reactores es la idea de “Seguridad Primero”. En esa línea, sostuvo que “es fundamental que quienes operan este tipo de reactores complejos cuenten con educación superior”, haciendo gran hincapié en la formación de recursos humanos.
Por otra parte, detalló el funcionamiento de las diversas barreras de seguridad agregando que “a ellas se les suma el core-catcher, lo que robustece el diseño” y que “los requerimientos surgidos luego de Fukushima ya estaban contemplados en las unidades VVER-1200”. Asimismo, resaltó la gran resistencia a factores externos que posee esta tecnología, y que “sus elementos combustibles son hexagonales porque son más fuertes que otros formatos, por lo que se evitan problemas de deformación”.
Concluida la presentación técnica, Samokhin se refirió a las soluciones integrales que conforman las propuestas de Rosatom, de más de 70 años de experiencia. “La Corporación no sólo se dedica a la producción nucleoeléctrica sino que también es uno de los líderes mundiales en medicina nuclear, facilidades de irradiación, reactores de investigación, producción de radioisótopos, ciencia aplicada, etc. Rosatom ocupa la primera posición en construcción de centrales nucleares a nivel global y sus 360 empresas subsidiarias ofrecen los más variados y modernos servicios”, concluyó.
A su término, volvió a tomar la palabra el Prof. Gerardo Quintana, quien destacó el alto nivel de la ponencia: “Ha sido un placer contar con esta prestigiosa y agradable visita y tener acceso a las características de la tecnología VVER”. Además, el anfitrión del evento recibió una matrioska por parte de Dmitrii Samokhin como símbolo de la Universidad MEPhI y el fortalecimiento de los lazos estrechados hasta el momento. Al respecto, el Prof. Quintana recordó los inicios del vínculo entre la FIUBA y Rosatom indicando que “esta conferencia se llevó a cabo en el marco de un acuerdo de cooperación rubricado en MEPhI en junio de 2014” y adelantó que “la Universidad de Buenos Aires pronto firmará un convenio de colaboración con esta casa rusa de altos estudios”.
“Una vez que se concrete la suscripción del documento –agregó- se abrirá la posibilidad de intercambio mutuo de profesores, estudiantes, profesionales, alumnos de posgrados y maestrías. Ya tenemos los planes de Estudio de la Universidad MEPhI. En 2014 tuve la suerte de visitar esta institución en ocasión de la firma del memorando entre Rosatom y la FIUBA, y realmente es una entidad muy importante. Por lo tanto, la concreción de este nuevo acercamiento –en este caso directamente con la UBA- será muy productivo, no sólo para este establecimiento sino también para todo el ambiente nuclear nacional y sus organismos, que seguramente podrán sumarse a este intercambio y obtener estadías allí para perfeccionamiento”.
Finalmente, el Prof. Quintana volvió a destacar el prestigio de la Universidad MEPhI: “Fue creada en 1945, proveyendo la mayor cantidad de recursos humanos especializados al sector nuclear ruso, y han trabajado y estudiado allí seis Premios Nobel, lo que demuestra su alto nivel. Por consiguiente, creo que sería un gran acierto que las instituciones nucleares de Argentina, como CNEA, INVAP, entre otras, puedan aprovechar esta circunstancia que está a punto de concretarse”.