El Reactor Nuclear de Investigación RA-1, perteneciente a la Comisión Nacional de Energía Atómica alcanzó criticidad el 17 de enero de 1958 y oficialmente se puso en marcha en el Centro Atómico Constituyentes el 20 de enero de ese mismo año, siendo el primer reactor nuclear argentino y el primero en operar en Latinoamérica. Este hito fue el puntapié inicial para el desarrollo en el país de reactores de investigación y producción.
Su construcción se concretó en tan solo nueve meses. Salvo el uranio enriquecido que fue suministrado por Estados Unidos, el grafito importado de Francia y algunos pocos componentes electrónicos, el reactor y sus elementos combustibles fueron desarrollados íntegramente por profesionales argentinos.
Este logro le permitió a nuestro país concretar otros emprendimientos de mayor envergadura, como la fabricación y exportación de reactores de investigación y producción de radioisótopos. Asimismo, se desarrollaron elementos combustibles y se allanó el camino hacia la generación nucleoeléctrica del país a través de centrales nucleares de potencia.
Las instalaciones del RA-1 también fueron pioneras en la producción de radioisótopos nacionales para uso medicinal e industrial. Allí se realizaron innumerables experimentos e investigaciones que contribuyeron con el avance de la ciencia.
En la actualidad, es de gran utilidad para formación de científicos al sustentar actividades de investigación y desarrollo, cumpliendo con todos los requisitos de seguridad establecidos por la Autoridad Regulatoria Nuclear.
El Reactor es visitado anualmente por diversas instituciones del sistema educativo de los niveles secundario, terciario y universitario, además de empresarios industriales y representantes extranjeros.
A más de sesenta años de su primera puesta en marcha, el Reactor Nuclear RA-1 continúa contribuyendo ampliamente al desarrollo científico y tecnológico nacional.
*Información oficial de la Comisión Nacional de Energía Atómica