La doctora Marta Litter, exjefa de la División Química de la Remediación Ambiental de la Comisión Nacional de Energía Atómica, recibió de manos del presidente de la Nación Alberto Fernández el Premio Houssay Trayectoria por su trabajo en investigación y desarrollo de tecnologías para la remoción de arsénico, plomo y uranio del agua superficial.
En una ceremonia que tuvo lugar en el Centro Cultural de la Ciencia (C3), en la Ciudad de Buenos Aires, el presidente de la Nación Alberto Fernández y el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Daniel Filmus entregaron los Premios Houssay, Houssay Trayectoria y Jorge Sabato, que destacan a diferentes figuras del sistema científico-tecnológico nacional. También estuvieron presentes la presidenta de la CNEA Adriana Serquis y la presidenta del CONICET Ana Franchi, como así también otros titulares de organismos científico-tecnologicos y universidades nacionales.
En esta ocasión, el Premio Houssay a la Trayectoria en el Área de Ciencia y Tecnologías Ambientales le fue entregado a la doctora Marta Irene Litter, quien desarrolló buena parte de su carrera profesional en la Comisión Nacional de Energía Atómica, dedicándose especialmente a la investigación y desarrollo de tecnologías alternativas para la remoción de arsénico, plomo y uranio del agua superficial.
Marta Litter es doctora en Química e investigadora del CONICET. Obtuvo su doctorado en la Universidad de Buenos Aires y un posdoctorado en Química de Polímeros en Arizona. Además, ganó varios premios internacionales, coordinó la Red Iberoarsen en la que participaron 17 países de Iberoamérica y en 2018 fue incorporada a la Academia Mundial de Ciencias (TWAS).
«Me siento tremendamente satisfecha de haber sido elegida y agradezco, más que nada, a la educación pública que tuve desde mi escuela secundaria hasta la universidad y el doctorado», expresó la Dra. Litter, quien recordó que «estando exiliada, con el retorno de la democracia, sentí que debía volver a trabajar en mi país. Ahí entré a la CNEA primero y luego al CONICET, hasta que me jubilé».
Arsénico en el agua: un problema que afecta gran parte del territorio argentino
La contaminación de origen natural del agua de bebida por arsénico es un problema de salud pública de importancia a nivel mundial, debido a que puede ocasionar un incremento significativo en el riesgo de padecer cáncer y otros efectos adversos en la salud. El consumo de agua de bebida contaminada con arsénico durante largos períodos de tiempo se ha asociado a una enfermedad denominada Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE), que se caracteriza por presentar lesiones y cáncer de piel y otras alteraciones sistémicas cancerosas y no cancerosas, como diabetes y alteraciones cardiovasculares principalmente.
La OMS recomienda un valor máximo de referencia de 10 μg/l de arsénico en el agua de bebida, basándose en la preocupación por su capacidad cancerígena en el ser humano. Se basa en un exceso de riesgo de 6 casos de cáncer de piel no melanoma por 10000 habitantes. Se estima que hay más de 2.000.000 de personas expuestas en nuestro país a dicho contaminante. En la mayoría de las provincias existe al menos una localidad con niveles elevados de arsénico en el agua de bebida, siendo la población rural dispersa la más afectada.
La doctora Litter y sus equipos desarrollaron una técnica económica para la absorción de arsénico basada en la fotocatálisis con dióxido de titanio. «Esta tecnología es útil para volúmenes de agua relativamente pequeños, por ejemplo, se puede poner para tratar efluentes a la salida de una fábrica», explicó la investigadora galardonada. Y concluyó: «el problema del arsénico es grave y requiere un enfoque interdisciplinario, que abarque desde lo básico de la hidrogeología y la química hasta las ciencias de la salud y las ciencias sociales».
Acerca de los Premios Houssay
El Premio Bernardo Houssay es una distinción otorgada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación a la Investigación Científica y Tecnológica de la República Argentina para homenajear a científicos e investigadores que se destaquen por su trayectoria.
El nombre de estos Premios es un homenaje al médico Bernardo Houssay, uno de los cinco Premios Nobel argentinos. El Premio Jorge Sábato refiere al fundador del Departamento de Materiales de la CNEA desde donde marcó el rumbo de la metalurgia nuclear en Latinoamérica, siendo un pionero en tecnología e innovación.
El Premio se organiza en tres categorías: el Premio Houssay, para investigadoras menores de 48 años e investigadores menores de 45 años); el premio Houssay Trayectoria, para investigadoras mayores de 48 años e investigadores mayores de 45 años; y el Premio Jorge Sabato, un reconocimiento a investigadores e investigadoras, sin distinción de edad, que cuenten con un historial sobresaliente en transferencias y desarrollos tecnológicos con impacto económico-productivo en sectores críticos para el desarrollo económico y social del país.
Más información en el Ministerio de Ciencia y Tecnología
(CNEA)