El objetivo prioritario del sector nuclear es el funcionamiento seguro de las instalaciones nucleares, que debe garantizarse tomando todas las medidas disponibles. Una de ellas es la prevención de emergencias e incidentes.
Los simulacros y los planes de emergencia son esenciales para la seguridad en las centrales nucleares. A través de la preparación meticulosa y la práctica regular, se busca garantizar respuestas rápidas y coordinadas en caso de emergencia, minimizando el impacto sobre las personas y el medio ambiente. Estos esfuerzos reflejan el compromiso continuo de la industria nuclear con la seguridad.
Unificación de directrices
En España, las instalaciones deben adherirse a las indicaciones que establece el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). La Instrucción de Seguridad IS-44 establece los requisitos de planificación, preparación y respuesta ante emergencias en instalaciones nucleares. Este documento unifica los aspectos fundamentales que deben seguir los titulares de las instalaciones nucleares en España para gestionar adecuadamente una emergencia en cada fase de vida de la instalación y consolida todas las actuaciones necesarias para una adecuada gestión de emergencias mediante planes de emergencia y simulacros.
Una de las medidas más importantes de la seguridad en las instalaciones nucleares es la prevención de emergencias e incidentes
¿Qué son los planes de emergencia?
Las instalaciones nucleares están diseñadas para prevenir todo tipo de accidentes que puedan afectar a las personas y al medio ambiente. Para cumplir con esta garantía se establecen planes de emergencia frente a posibles incidentes. El objetivo es controlar el incidente, devolver la central a una situación segura y proteger a la población y al medio ambiente.
Las emergencias pueden ser internas o externas. Las internas generalmente no suponen riesgo ni consecuencias al exterior, mientras que las externas pueden afectar a las personas y al medio ambiente. Para cubrir todas estas eventualidades existen distintos tipos de planes de emergencia, empezando por el plan básico de emergencias nucleares.
El objetivo de los planes de emergencia es controlar el incidente, devolver a la central a una situación segura y proteger a la población y al medio ambiente
Plan Básico de Emergencia Nuclear (PLABEN)
El PLABEN constituye la guía que contiene las normas y criterios esenciales para la elaboración, implantación material efectiva y mantenimiento de la eficacia de los planes de respuesta a las situaciones de grave riesgo colectivo, catástrofe o calamidad pública que puedan derivarse de los accidentes en centrales nucleares en operación o en situación de parada, siempre y cuando almacenen combustible gastado.
Establece las normas básicas de planificación de emergencias nucleares y define cuatro categorías de hipotéticos accidentes en orden creciente de gravedad:
- Categoría I: Acontecimientos anormales sobre los cuales se deben informar a las autoridades, pero de los que no se prevé que se produzca liberación de materiales radiactivos al exterior. No requiere medidas de protección. Se emite una prealerta.
- Categoría II: Acontecimientos que implican una degradación real o potencial del nivel de seguridad de la instalación y que podrían producir pequeñas liberaciones de material radiactivo que permanecería confinada dentro de la instalación. En este caso no existe peligro para el exterior. Se emite una alerta de emergencia.
- Categoría III: Acontecimientos en los que sobrevienen fallos importantes, reales o potenciales, de funciones necesarias para la seguridad que pueden dar lugar a pequeñas liberaciones de material radiactivo en el exterior, pero en cantidades muy reducidas. No requieren medidas de protección a corto plazo de la población, aunque sí podría ser necesario adoptar medidas en la cadena alimentaria. Se emite una alerta de emergencia en el emplazamiento.
- Categoría IV: Acontecimientos que conllevan fallos significativos, reales o potenciales, que pueden dar lugar a la liberación de material radiactivo a la atmósfera que haga necesaria la adopción de medidas de protección inmediata de la población en el exterior de las instalaciones, así como la evacuación de personas potencialmente afectadas. Se emite una alerta de emergencia general.
El PLABEN contempla cuatro categorías de hipotéticos accidentes según la gravedad y estructura la respuesta en función de si es el incidente interior o exterior
El PLABEN estructura la respuesta a emergencias nucleares en dos niveles de planificación: Planes de Emergencia Interior (PEI) y Planes de Emergencia Nuclear exteriores (PEN).
Planes de Emergencia Interior (PEI)
Los Planes de Emergencia Interior son responsabilidad del titular de la central nuclear y están regulados por la normativa sobre instalaciones nucleares y radiactivas. Cada central tiene un PEI específico que detalla las actuaciones, medidas y responsabilidades para mitigar las consecuencias de un accidente, proteger al personal y notificar a las autoridades competentes. Los PEI también establecen actuaciones para prestar ayuda en las intervenciones de protección en el exterior de la instalación, conforme al PLABEN.
Cada central tiene un Plan de Emergencias Interior específico que detalla las actuaciones, medidas y responsabilidades
Planes de Emergencia Nuclear exterior (PEN)
Los Planes de Emergencia Nuclear Exterior son responsabilidad de la Administración General del Estado, con la colaboración de otras administraciones públicas y los titulares de las centrales nucleares. Tienen por objetivo evitar o mitigar los efectos adversos de las radiaciones ionizantes sobre la población y el medio ambiente. Se basan en las normas del PLABEN y asignan responsabilidades a entidades públicas en protección civil, seguridad ciudadana, sanidad y protección radiológica, con la colaboración de los titulares de las instalaciones.
Los planes de emergencia exterior correspondientes a cada central, según su ubicación, son los siguientes:
- PENBU: Santa María de Garoña (Burgos).
- PENGUA: José Cabrera y Trillo (Guadalajara).
- PENCA: Almaraz (Cáceres).
- PENTA: Ascó y Vandellós II (Tarragona).
- PENVA: Cofrentes (Valencia).
También existe el PENCRA (Plan de Emergencia del Nivel Central de Respuesta y Apoyo), que establece mecanismos de actuación coordinada para facilitar apoyos extraordinarios nacionales y, de ser necesario, la asistencia internacional al director del Plan de Emergencia Nuclear.
El PENCRA asigna recursos, establece grupos de intervención y apoyo de delimitación de responsabilidades dentro de la propia instalación afectada y también a través de la Delegación del Gobierno de la Comunidad Autónoma correspondiente o la Subdelegación del Gobierno de la provincia donde se encuentra la central. Se establecerán cinco grupos de apoyo operativo:
- El Grupo de Coordinación y Asistencia Técnica
- El Grupo de Apoyo Logístico
- El Grupo Sanitario
- El Grupo de Seguridad Ciudadana y Orden Público
- El Grupo Radiológico
Para accidentes con repercusiones internacionales, España tiene acuerdos de pronta notificación con la Unión Europea y el Organismo Internacional de Energía Atómica.
Los planes de emergencia se ponen a prueba periódicamente mediante simulacros.
Los planes de emergencia nucleares se ponen a prueba periódicamente mediante simulacros en las instalaciones
¿Qué son los simulacros de emergencia?
Para garantizar el correcto funcionamiento de los dispositivos de emergencia y la formación del personal, se realizan ejercicios y simulacros de emergencia periódicamente, tanto internos como externos.
Estos ejercicios simulan un escenario que parte de un hipotético suceso anómalo (pérdida de alimentación eléctrica, liberación de material radiactivo, accidente aéreo, incendio, terremoto…) que evoluciona desfavorablemente hasta alcanzar una situación que hace necesaria la declaración de emergencia.
Como si el evento fuera real, se activan las comunicaciones y los grupos de emergencia para comprobar la capacidad de respuesta, la agilidad de las comunicaciones y la efectividad de los sistemas de transmisión de datos.
Periodicidad de los simulacros:
- Planes de Emergencia Interior (PEI): Anualmente en cada instalación nuclear.
- Planes de Emergencia Exterior (PEN): Anualmente para simulacros parciales y cada tres años para simulacros generales.
- Ejercicios Parciales: Con periodicidad variable según la instalación, para verificar la capacitación y entrenamiento del personal y los equipos.
Fuente: Foro Nuclear