Las emergencias nucleares y radiológicas pueden ser poco frecuentes, pero sus efectos potenciales exigen una vigilancia y una preparación constantes.
Las emergencias nucleares y radiológicas pueden ser poco frecuentes, pero sus efectos potenciales exigen una vigilancia y una preparación constantes. El Centro de Respuesta a Incidentes y Emergencias (IEC) del OIEA desempeña una función esencial en la preparación y respuesta a nivel mundial, garantizando que los países estén equipados para manejar estas situaciones complejas.
El personal del centro lo conforman 29 expertos permanentes, así como más de 200 empleados en reserva para el caso de que se produzca una emergencia nuclear o radiológica importante, con independencia de la causa. El centro se encuentra operativo de forma ininterrumpida, preparado para entrar en modo operativo pleno si se recibe un aviso y este reúne ciertos criterios estipulados, como la declaración de una emergencia en una central nuclear.
El centro está preparado para ofrecer respuestas e información a los Estados Miembros y al público en cualquier situación que pueda ser de importancia para la seguridad nuclear tecnológica y física. Por ejemplo, el día 1 de enero de 2024, a las 7.10 horas UTC, un terremoto de magnitud 7,6 golpeó la prefectura de Ishikawa, en el Japón. Poco más de una hora después, el Responsable de la respuesta a emergencias en el OIEA recibió un mensaje a través del Sistema Unificado de Intercambio de Información sobre Incidentes y Emergencias (USIE) del Organismo: seis de las centrales nucleares del Japón podrían haberse visto afectadas. Afortunadamente, no se notificaron anomalías y el Japón llevó a cabo inspecciones detalladas para garantizar que no se había puesto en riesgo ni dañado ninguna función de las centrales. Al mediodía de ese día, se recibió información actualizada del Japón en la que se comunicaba que todas las centrales nucleares del país estaban funcionando con normalidad. Este mensaje se publicó en el USIE y los países recibieron la información al cabo de segundos. El OIEA también publicó de inmediato una actualización a través de los medios sociales para tranquilizar al público y comunicarle que estaba en contacto con las autoridades japonesas, que no había motivo de preocupación y que se mantendría la monitorización.
Esta notificación inmediata, la difusión proactiva de información y la comunicación constante con las autoridades nacionales —incluso ante la ausencia de efectos para la seguridad del público, como en el ejemplo anterior— ejemplifican prácticas óptimas en la reducción del riesgo de catástrofes. Estas enseñanzas se han perfeccionado gracias a respuestas a emergencias pasadas, como el accidente de la central nuclear de Fukushima Daiichi.
“Más de 1500 usuarios de 173 Estados Miembros y 21 organizaciones internacionales se valen ahora de las plataformas y los sistemas del OIEA para la pronta notificación y asistencia en caso de emergencia nuclear. A lo largo de los años, el IEC ha podido crear un sistema ágil y receptivo que puede responder con breve preaviso a cualquier suceso,” afirma Carlos Torres Vidal, Director del Centro de Respuesta a Incidentes y Emergencias del OIEA.
Si bien los accidentes nucleares de gran envergadura son muy infrecuentes, la posibilidad de que se produzcan incidentes o emergencias sigue existiendo, sobre todo porque las fuentes de radiación se utilizan en diversos contextos, desde la medicina hasta la industria.
Por ejemplo, en diciembre de 2013, en Hueypoxtla (México), robaron un vehículo que transportaba una unidad de teleterapia con una fuente radiactiva de cobalto 60. Esta fuente radiactiva, que se utiliza en el tratamiento del cáncer, se extrajo de su blindaje de protección y se desechó en una zona deshabitada. Este hecho provocó una emergencia radiológica que desencadenó una intensa labor de búsqueda y recuperación. El OIEA desempeñó un papel crucial en la prestación de apoyo a la respuesta; tras recibir los avisos iniciales, activó su Sistema de Respuesta a Incidentes y Emergencias (IES) e intercambió información a través del Sistema Unificado de Intercambio de Información sobre Incidentes y Emergencias (USIE), al que pueden acceder todos los Estados Miembros. Tras una intensa operación de búsqueda y recuperación, la fuente se recuperó una semana más tarde.
A finales de 2018, el OIEA publicó un informe sobre la gestión de un accidente radiológico ocurrido en Chilca (Perú) en 2012. El accidente se produjo cuando una cámara de radiografía que se estaba utilizando para comprobar la integridad de las conexiones de tuberías funcionó de forma indebida y expuso a tres trabajadores a radiación.
Los desastres también pueden agravarse entre sí; por ejemplo, un terremoto puede obstaculizar las labores de respuesta a una emergencia nuclear. La detección, clasificación y preparación para actuar rápidamente en respuesta a distintas situaciones de peligro es primordial. Al igual que las pandemias y las catástrofes naturales, las emergencias nucleares y radiológicas no entienden de fronteras, lo cual incrementa la necesidad de la cooperación internacional y el intercambio de información.

En una nueva publicación del OIEA se explica y se analiza de forma detallada un suceso acaecido en Hueypoxtla (México) en 2013, en el que un vehículo que transportaba el cabezal de una unidad de teleterapia fue robado y el dispositivo, que contenía una fuente radiactiva de cobalto 60, fue extraído de su blindaje y finalmente desechado en unas tierras de cultivo despobladas. (Fotografía: CNSNS)
El papel del OIEA en la preparación mundial
El Centro de Respuesta a Incidentes y Emergencias (IEC) del OIEA desempeña una función transcendental en la labor de ayudar a los países a cumplir las obligaciones a las que están sujetos en virtud de las convenciones internacionales sobre accidentes nucleares. Estas convenciones se establecieron tras el accidente de la central nuclear de Chornóbil de 1986, cuando el mundo cobró conciencia sobre la necesidad de contar con un marco internacional sólido de cooperación en el caso de emergencias nucleares.
La Convención sobre la Pronta Notificación de Accidentes Nucleares garantiza que los países intercambien rápidamente información relevante sobre accidentes nucleares o emergencias radiológicas, con lo cual reducen al mínimo la posibilidad de que se produzcan consecuencias radiológicas transfronterizas. La Convención sobre Asistencia en caso de Accidente Nuclear o Emergencia Radiológica facilita la cooperación entre los países y el OIEA para proporcionar una asistencia oportuna durante una emergencia, con el objetivo de proteger la vida de las personas, los bienes y el medio ambiente.
Constituido en 2005, el IEC actúa como centro de coordinación mundial para la preparación, la notificación de sucesos, el intercambio de información y la respuesta coordinada a emergencias nucleares y radiológicas, con independencia de su origen.
Coordinación de respuestas mundiales
La coordinación mundial constituye el epicentro de la labor del IEC. En el marco de las convenciones sobre emergencias, el IEC moviliza a expertos internacionales y coordina la labor interna del OIEA en materia de preparación y respuesta. También trabaja estrechamente con otras organizaciones internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), para apoyar una respuesta coordinada en caso necesario.
El IEC proporciona asistencia ininterrumpida a los países que se enfrentan a sucesos nucleares o radiológicos, incluidas las amenazas relacionadas con la seguridad física. A través de su plataforma central, el Sistema Unificado de Intercambio de Información sobre Incidentes y Emergencias (USIE), los países, de manera confidencial y segura, pueden proporcionar información sobre emergencias al OIEA y a la comunidad internacional. Si bien es obligatorio presentar información cuando se trate de emergencias con posibles efectos transfronterizos, se alienta a los países a que notifiquen también sucesos menos graves, incluso cuando no entrañen un riesgo inmediato de seguridad para el público, pero puedan generar preocupación entre la población.
Mediante el USIE, los países pueden acceder a otros instrumentos esenciales del OIEA, como el Sistema Internacional de Información sobre Monitorización Radiológica (IRMIS) para visualizar datos de monitorización radiológica, así como a instrumentos de evaluación y pronóstico. Estos instrumentos proporcionan a los responsables de gestionar las emergencias información esencial sobre la posible evolución de un accidente nuclear, permitiéndoles así tomar decisiones fundamentadas y adoptar medidas protectoras inmediatas.
El IRMIS ayuda a los responsables de gestionar las emergencias a decidir las medidas protectoras correctas durante una emergencia nuclear, puesto que muestra datos de radiación comparados con niveles de seguridad calculados previamente (Niveles de Intervención Operacional o NIO). Por ejemplo, unos elevados niveles de radiación en una zona concreta podrían indicar la necesidad de evacuar o dar refugio a la población. Esta información se muestra mediante códigos cromáticos que indican con claridad la medida oportuna, como evacuar las zonas afectadas o pedir a la población que se refugie en el lugar en que se encuentra.
El Instrumento de Evaluación de Reactores ayuda al OIEA a explicar la situación de las instalaciones nucleares, como los reactores de potencia, utilizando un lenguaje sencillo y diagramas con códigos de colores. Este instrumento recibe datos de seguridad de contrapartes del OIEA en los Estados Miembros, ayudando con ello al OIEA a enviar actualizaciones claras y oportunas a todos los países y al público sobre la situación de emergencia.
El IEC también mantiene una Red de Respuesta y Asistencia (RANET), integrada por los Estados Partes en la Convención sobre Asistencia en caso de Accidente Nuclear o Emergencia Radiológica que han determinado que disponen de capacidades nacionales de asistencia conformadas por expertos cualificados, equipos y materiales que podrían ponerse a disposición para prestar asistencia a otros Estados, y que han registrado esas capacidades en la RANET.
Colaboración con otras organizaciones
Además de sus instrumentos internos, el IEC colabora con otras organizaciones que proporcionan datos esenciales durante emergencias. Por ejemplo, la OMM ofrece predicciones de dispersión atmosférica basadas en datos meteorológicos en tiempo real, mientras que la OMS está preparada para poner en práctica capacidades médicas especializadas en los Estados Miembros, a fin de proporcionar asistencia en caso de lesiones provocadas por el uso indebido de fuentes de radiación. Gracias a esta cooperación, los países tienen acceso a información relevante para responder de manera eficaz en una emergencia, desde patrones meteorológicos hasta apoyo para mitigar las consecuencias de emergencias nucleares o radiológicas. De hecho, el IEC actúa como Secretaría del Comité Interinstitucional sobre Emergencias Radiológicas y Nucleares (IACRNE), que coordina las disposiciones de todas estas organizaciones en materia de preparación para incidentes o emergencias nucleares o radiológicos y la respuesta a ellos.
Preparación garantizada
La preparación es fundamental para garantizar que los efectos de una emergencia nuclear se puedan mitigar adecuadamente. El IEC desempeña una función primordial en el fortalecimiento de la preparación nacional, proporcionando orientación y capacitación a un amplio abanico de profesionales de todo el mundo, como planificadores de emergencias, actuantes, personal de reglamentación y oficiales de información pública.
El centro también lleva a cabo misiones del Examen de Medidas de Preparación para Emergencias (EPREV), que ayudan a los países a evaluar y reforzar sus capacidades nacionales para responder a emergencias nucleares y radiológicas, en consonancia con normas internacionales.
Los accidentes nucleares son infrecuentes, en parte debido al sólido régimen de seguridad y preparación para emergencias existente en todo el mundo. El Centro de Respuesta a Incidentes y Emergencias del OIEA, a través de sus labores de coordinación, programas de capacitación y alianzas internacionales, desempeña un papel crucial en el mantenimiento de esta red de seguridad. Al promover la cooperación internacional y garantizar la preparación a todos los niveles, el IEC ayuda a mitigar riesgos, garantizando así que incluso cuando se produzca un desastre, existan respuestas eficaces para proteger la vida de las personas y el medio ambiente.
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Autora: ,
Fuente: OIEA
Enlace original: https://www.iaea.org/es/newscenter/news/de-la-preparacion-a-la-resiliencia-el-papel-del-oiea-en-la-respuesta-a-emergencias-nucleares-y-radiologicas