El pasado 5 de agosto la industria nuclear rusa se convirtió en noticia luego de la puesta en marcha de la unidad n° 6 de la planta Novovoronezh. Tras una prueba inicial de conexión sin carga y las correspondientes evaluaciones en manos de profesionales, el reactor se conectó a la red exitosamente: así, entraba en funcionamiento el primer reactor del mundo de generación 3+.
Las prioridades materializadas en la unidad, del tipo VVER-1.200, apuntan a una mayor seguridad en la generación nucleoeléctrica en cumplimiento con los estándares del OIEA y las lecciones aprendidas como resultado de Fukushima. En efecto, la Corporación Estatal Rosatom asegura que “las innovadoras unidades de energía de generación 3+ han mejorado el rendimiento técnico y económico, y garantizan una seguridad absoluta en la operación”.
La central nuclear Novovoronezh incluye otros tres reactores en funcionamiento (las unidades N° 1 y 2 se detuvieron en 1984 y 1990, respectivamente). El presidente de la Asociación Brasileña para el Desarrollo de Actividades Nucleares (ABDAN), Antonio Müller, tuvo la oportunidad de recorrer la planta y, consultado por ENUla, señaló la trascendencia del acontecimiento: “Recientemente he visitado el complejo nuclear ruso Novovoronezh, es impresionante. La nueva unidad 6 es el primer reactor de generación 3+ del mundo. Se trata de una unidad que incluye sistemas de seguridad activos y pasivos que incrementan el nivel de seguridad de la planta. Esto implica un paso importante para la consolidación del mundo nuclear”.
Entre otras de las ventajas que supone la nueva unidad n° 6, resalta el hecho de que la potencia total de la central se incrementará 1,5 veces, a lo que se suma el impacto positivo de índole económico que causará en la región (ingresarán unos 2 mil millones de rublos a la región de Voronezh después del primer año de operación comercial). Además, su vida útil será de unos 60 años, el doble que la generación predecesora.
En cuanto a las características de diseño del reactor, el Prof. Dr. Luís Antônio Albiac Terremoto -Instituto de Pesquisas Energéticas e Nucleares (IPEN/CNEN-SP)- precisó: “La recientemente inaugurada unidad 6 de la Central Novovoronezh, del tipo VVER, es un reactor nuclear refrigerado con agua presurizada que presenta algunas diferencias de diseño en relación a los reactores PWR. Entre ellas se destaca el generador de vapor (horizontal en VVER y vertical en PWR) y los elementos combustibles (disposición transversal hexagonal en VVER y cuadrada en PWR)”.
El experto también puntualizó que el diseño del reactor ruso “al ser de tercera generación, es una evolución respecto de los reactores de segunda generación refrigerados con agua ligera, como la mayoría de las unidades del mundo que actualmente están en operación”. “La principal mejora en el diseño que implican todos los reactores nucleares de tercera generación –agregó- es el concepto de Seguridad Pasiva, cuya característica principal consiste en garantizar que los sistemas encargados de remover el calor del decaimiento de los productos de fisión (calor residual) no dependen del suministro eléctrico para funcionar. Esto resulta fundamental en casos de accidentes desencadenados por un evento externo extremo (como terremotos, tsunamis, tornados, deslizamientos de tierras, choque de aeronaves, etc.)”. Finalmente, el especialista concluyó: “El desempeño operativo de este reactor recién inaugurado debe ser acompañado con gran interés, dado su carácter innovador”.
Por su parte, el Ing. Francisco Rondinelli Júnior, miembro de la Asociación Brasileña de Energía Nuclear, también hizo referencia al significado de esta conquista nuclear: “En mi opinión, la entrada en funcionamiento de la unidad 6 de la central nuclear rusa Novovoronezh es un hito en la industria nuclear mundial por ser el primer reactor de generación 3+ que entra en operación, siendo además la primera unidad nueva que cumple con los requisitos de seguridad establecidos por las autoridades regulatorias después del evento de Fukushima. Este reactor incorpora sistemas operativos pasivos y mecanismos de protección contra accidentes, lo que aumenta aún más la seguridad operativa de la planta. Por otra parte, las innovaciones de ingeniería en relación con el diseño proporcionan una mayor durabilidad y una mayor economicidad de la central”.
Ampliando su mirada, y consultado sobre las implicancias de la entrada en funcionamiento de la sexta unidad de Novovoronezh en lo que respecta a la seguridad nuclear y la opinión pública en cuanto a las tecnologías nucleares, el Ing. Rondinelli Júnio agregó que este hito contribuye a mejorar la imagen de la industria nucleoeléctrica: “Sin duda, cuando he mencionado que este fue un hito en la industria nuclear mundial me refería justamente a la respuesta inmediata que la ingeniería de reactores proporciona a los aspectos de seguridad derivados del accidente de Fukushima, lo que le garantiza a la sociedad que la generación nuclear puede mantener y mejorar permanentemente su contribución a la seguridad energética mundial. Esto es muy importante teniendo en cuenta la creciente demanda de electricidad, y las limitaciones derivadas de los impactos ambientales de otras fuentes de energía”.
Se estima que la operación comercial de la unidad 6 se aprobará a finales de este año, una vez ejecutadas las pruebas que este proceso implica y conseguido el 100% de potencia. Sin embargo, Rosatom va por más: la unidad № 7 está actualmente en construcción y el objetivo es terminar las obras en 2018. Ese será otro capítulo de la historia nuclear y sus avances.