La Corporación Estatal rusa participó de la última edición de la Conferencia Latinoamericana del IFNEC (Marco Internacional para la Cooperación en Energía Nuclear, por su sigla en inglés), celebrado en Buenos Aires los días 25 y 26 de octubre. El Jefe de Marketing y Desarrollo de Negocios de Rosatom, Dmitry Bazhenov, ofreció una disertación sobre la cooperación de la firma con los países latinoamericanos, con los cuales indicó que “hay un gran potencial para trabajar conjuntamente”.
El encuentro se llevó a cabo en el Auditorio Manuel Belgrano del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, y contó con la presencia del ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren; el Secretario de Energía Eléctrica, Alejandro Sruoga; y el Subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano. También asistieron autoridades de INVAP, CNEA, ARN, y organismos internacionales.
En el caso de Rosatom, Dmitry Bazhenov describió la importancia de la industria nuclear en su calidad de “motor para el desarrollo del potencial científico y técnico, la educación y la diversificación de la economía, tanto para los países en el plano individual como también en lo que respecta a la cooperación interregional, ampliamente favorecida por los proyectos nucleares”. “A su vez –agregó-, esta industria cuenta con un gran número de áreas en las que los gobiernos podrían organizarse en beneficio mutuo”. Entre ellas, destacó la medicina nuclear, el ciclo de combustible, las tecnologías radiológicas, centros de investigación y desarrollo en tecnología nuclear, fabricación de equipos, y las plantas de energía nucleoeléctrica.
“Estamos seguros de que las soluciones en el ámbito de la energía nuclear propuestas hoy en día por los vendedores responsables en los países en desarrollo deben integrarse e incluir no sólo la construcción de instalaciones nucleares modelos sino también una amplia gama de servicios para las diversas instalaciones. Es importante la asistencia en el desarrollo de un marco regulatorio, en el ciclo de vida de las instalaciones, en el desarrollo de personal, la capacitación de los recursos humanos científicos, la ingeniería e industria nuclear”, detalló el ejecutivo, quien además hizo hincapié en que “el principio clave para trabajar en este campo es la seguridad”.
Bazhenov enfatizó la importancia de la cooperación que ha estado desplegando Rosatom con los países latinoamericanos, incluyendo a aquellos que recién se están iniciando en la materia (como Bolivia). “Esta capacidad de colaboración –subrayó- se basa en los más de 70 años de experiencia que posee Rusia en la aplicación de su programa nuclear nacional, que convierte a Rosatom en una acertada base de apoyo para los países principiantes en el terreno nuclear”.
Evidenciando la relevancia de profundizar la industria nuclear en América Latina y llevar adelante una verdadera cooperación regional, el Jefe de Marketing y Desarrollo de Negocios de la firma rusa indicó que “según los datos analizados se estima que para mediados de la década de 2020 en Latinoamérica habrá escasez de energía”. Y continuó: “De acuerdo con nuestra hipótesis, los principales países con déficit energético serán Brasil, Chile y Argentina”. Para paliar ese posible escenario –sostuvo el representante ruso-, la energía nuclear se instala como una opción eficiente y competitiva, que a diferencia de otras fuentes, no depende de las condiciones climáticas y de la disponibilidad de los recursos naturales.
Por otra parte, señaló que “para fomentar el potencial científico y tecnológico de la región una buena alternativa son los Centros de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear, los cuales abren posibilidades en: geología y agricultura; producción de radioisótopos para uso médico (diagnóstico y tratamiento de enfermedades oncológicas); tecnologías de irradiación de alimentos y productos agrícolas para el combate de plagas y bacterias, lo que maximiza las posibilidades de exportación; y calificación de recursos humanos en industria nuclear. Estos Centros pueden incluir un reactor de investigación, una instalación experimental de rayos gamma y de usos múltiples, un ciclotrón y complejos de ingeniería y laboratorios científicos”. Esto forma parte de la oferta de Rosatom a sus clientes, lo que también implica soluciones técnicas en el ámbito de la gestión de combustibles nucleares gastados y residuos radiactivos, estableciendo como prioridad la seguridad nuclear, radiológica y ecológica.
Además, Bazhenov advirtió que “la energía nuclear, para su desarrollo, debe ser abierta al público”: “Sólo de esta forma la población podrá entender cuáles son sus beneficios y de qué forma se garantiza la seguridad en el uso de las instalaciones nucleares”. Finalmente, ratificó el interés de Rosatom hacia el mercado latinoamericano, donde –aseguró “hay un gran potencial para trabajar conjuntamente y llevar adelante iniciativas regionales”.
La opinión del Ing. Juan Carlos Paiz, División Nuclear de Bureau Veritas Argentina
“En el marco de este evento realizado en Buenos Aires -muy importante tanto para la Argentina como para el resto de Latinoamérica- hemos podido escuchar propuestas y proyectos de las distintas capacidades de la plantas generadoras nucleares, como de los desarrollos de investigación y medicina nuclear, que aportan en gran medida a esta disciplina para la cura de enfermedades y para el desarrollo del control de alimentos, entre otros ítems.
Argentina tiene una excelente oportunidad para continuar en el uso pacífico de la energía nuclear construyendo centrales de gran potencia y a su vez terminar el montaje y puesta en marcha del CAREM -25, central generadora de baja potencia para aplicación de usos específicos en sitios particularmente adecuados, donde por ejemplo en nuestro país, aun no podemos proveer energía eléctrica por el sistema interconectado.
No puedo dejar de mencionar el excelente trabajo que está llevando a cabo el Subsecretario de Energía Nuclear, Lic. Julián Gadano, ya que -muy preocupado y fundamentalmente ocupado en la coordinación de implementación de políticas y desarrollo de obras del sector- ha consolidado un equipo de colaboradores y autoridades de primer nivel y relevancia internacional.
Por otra parte, ROSATOM, empresa que ha desarrollado múltiples centrales de potencia y que en los últimos años ha reconvertido su estructura en seguridad para el manejo y control de la generación eléctrica, cuenta con un proyecto que ha sido ofrecido a Bolivia, de un centro de investigación y desarrollo muy completo e innovador en cuanto a la centralización de investigación y capacitación para el uso de esta disciplina, conceptos descriptos en la interesante presentación de Dmitry Bazhenov.
Entiendo que a nuestro país hermano de Bolivia, esta idea le ha cautivado, y enhorabuena han decidido comenzar a transitar el camino del aprendizaje para el manejo de la energía nuclear en un buen comienzo con un centro de investigación y capacitación para entrenamiento de sus futuros profesionales. Este proyecto, próximo a concretarse, debe contar además con la creación de una Autoridad Regulatoria Estatal para emitir los procedimientos y controles necesarios para la regulación de esta actividad bajo la supervisión permanente del Estado como responsable directo de este desarrollo. En este sentido, nuestro país puede colaborar por la experiencia acumulada en tantos años de trabajo.
Bureau Veritas Argentina SA, empresa a la cual represento como responsable de la División Nuclear para América Latina, tiene -tanto en el plano internacional como en el local- un pasado de más de 10 años en colaboración ininterrumpida con CNEA y Nucleoeléctrica Argentina en la colaboración para la revisión de ingeniería de detalle, supervisión del montaje y puesta en marcha de la central nuclear Atucha II y el proyecto CAREM-25.
Asimismo Burea Veritas Rusia tiene una conjunta colaboración en materia de seguridad nuclear con ROSATOM mediante la empresa VO Safety, siendo de gran potencial para el desarrollo de actividades en Latinoamérica por cercanía, idioma y experiencia local adquirida, al contar aquí con profesionales debidamente entrenados para estas tareas.
Por último, puedo contar que desde mis comienzos en la actividad de construcción de plantas nucleares en los años ’70, trabajando para la empresa Italimpianti en la construcción de la central nuclear de Embalse y pasando por la realización de la maqueta escala 1:25 de la CNAII -única por su tamaño que sirve aun para el estudio de trabajos sobre la planta e invito a conocer-, hasta hoy, estoy en condiciones de afirmar que nuestros profesionales, técnicos y empleados argentinos del universo que conforma esta actividad tienen un target envidiado por las potencias desarrolladoras de proyectos y construcciones en todos los países del mundo”.