La vinculación tecnológica entre el Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (CEDyAT) y la Universidad de Rovira, de España, iniciada hace dos años con trabajos conjuntos para desarrollar un observatorio ambiental y social para la Argentina está dando resultados concretos. La iniciativa permite articular la ciencia, la tecnología y la sociedad a través de la conexión de redes entre gobiernos y organizaciones ambientales. Esta nueva estación en Embalse es otro paso en esa dirección.
En los próximos años se presentarán dos importantes retos a nivel energético. Será necesario incrementar el suministro eléctrico para atender las crecientes demandas de la sociedad y a la vez mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero. En este sentido, la energía nuclear -cuyas emisiones son insignificantes- es una de las mejores soluciones a este problema, al tiempo que permite generar grandes cantidades de energía de una manera sostenida.
Por esos factores, seguir dotando de tecnología al sector es sustancial. En esa línea, se enmarcan las acciones de vinculación tecnológica iniciadas por el CEDyAT, junto con la donación por parte de OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) a la empresa Nucleoeléctrica Argentina S.A. de dos estaciones tecnológicas para monitorear en forma online la calidad ambiental del aire, centralizar la información y emitir alertas en los casos que sean necesarios a las autoridades competentes.
El equipo recoge datos del ambiente y las condiciones climáticas de la zona que son seguidos por la Universidad de Rovira i Virgili en España, institución designada por el OIEA para el desarrollo e instalación de la estación, cuyo representante en la Argentina es el CEDyAT. Este último cuenta con un amplio conocimiento de la dimensión ambiental de la Central Nuclear de Embalse en tanto fue la institución encargada de llevar a cabo el Estudio de Impacto Ambiental en la etapa de Extensión de Vida de la planta cordobesa.
El proyecto se enmarca en las acciones contempladas por el OIEA, que comenzó a prestar apoyo a las actividades de evaluación ambiental en el decenio de 1980, y desde entonces ha ejecutado una serie de programas, el más reciente de los cuales es el denominado Elaboración de Modelos y Datos para la Evaluación del Impacto Radiológico.
En una articulación interinstitucional coordinada por el Lic. Fabio Gaute (NA-SA) y ejecutada por el Dr. Marcelo Ferrero (CEDyAT), las entidades intervinientes abordan los modelos y metodologías de evaluación ambiental vigentes, colaborando en la mejora los recursos disponibles a nivel nacional, no solo por su capacidad de modelización, sino también gracias a un enfoque de mentoría «online» destinado a mejorar la gestión del conocimiento de los profesionales argentinos.
La sinergia tecnológica de CEDyAT-ROVIRA y OIEA-NASA está dirigida a profesionales de organismos reguladores, entidades explotadoras y organizaciones de apoyo técnico, así como a científicos, investigadores, responsables de la toma de decisiones y otras personas con responsabilidades en la realización de evaluaciones del impacto ambiental radiológico.
La iniciativa busca suministrar soluciones a partir de las evidencias recolectadas y monitoreo de la biodiversidad, el diagnóstico de las limitantes y potencialidades territoriales. También permitirá compartir y divulgar recursos de datos, proponer lineamientos ambientales, desarrollar trabajos interinstitucionales e interdisciplinarios para la generación de proyectos o colaboración en actividades de interés para los sectores público y privado del país.
“La lucha contra el cambio climático es uno de los desafíos más importantes a los que debe enfrentarse la Humanidad en el siglo XXI, y demanda involucrarse en el proceso de cambio hacia una economía descarbonizada, diversificando la matriz energética”, expresó el Dr. Marcelo Ferrero.
En esa línea, indicó que la crisis ambiental es un problema que cuestionan los líderes políticos y que tiene a la industria de los combustibles fósiles como “uno de sus mayores críticos, demorando acciones fundamentales para mitigar la acción climática”.
“La intervención del sector académico y científico en el seguimiento de los conflictos ambientales permite garantizar la continuidad de políticas públicas, la resolución de los conflictos ambientales y la interpelación de las tomas de posición del poder público más allá de los cambios de administración, como así también, prever acciones para desarrollar los compromisos asumidos en la Cumbre sobre el Cambio Climático”, completó el experto de CEDyAT.
Por último, vale recordar que este Centro fue distinguido recientemente en el Honorable Congreso de la Nación con el Premio Balseiro en la categoría “Iniciativas con aplicación a la producción de bienes y servicios”, como resultado de su labor en el desarrollo de programas de GovTech a nivel nacional, provincial y municipal.