El mundo necesita energía nucleoeléctrica para luchar contra el cambio climático y convendría tomar medidas para ampliar el uso de esta fuente de energía limpia y ayudar a tender “un puente bajo en carbono” hacia el futuro, afirmó hoy el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en una declaración histórica respaldada por decenas de países en la COP28.
Conforme anunció el Director General, Rafael Mariano Grossi, en un evento de alto nivel celebrado durante el 28o período de sesiones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) en Dubai, esta fue la primera declaración del OIEA de esta naturaleza, y su amplio respaldo internacional subraya el creciente interés mundial por la energía nucleoeléctrica para hacer frente al desafío existencial que plantea el rápido calentamiento del planeta.
La declaración es una muestra más de que la energía nucleoeléctrica está cobrando un nuevo impulso como fuente de energía fiable y de baja emisión de carbono, que es necesaria también para satisfacer la creciente demanda de electricidad y lograr un desarrollo económico sostenible.
“El OIEA y sus Estados Miembros productores de energía nuclear, así como cuantos trabajan con el OIEA para promover las ventajas de los usos pacíficos de la energía nuclear, reconocen que convendría aceptar y apoyar activamente todas las tecnologías de bajas emisiones de las cuales se dispone”, señala la declaración leída por el Director General, Sr. Grossi.
“La energía nucleoeléctrica es indispensable para lograr unas emisiones netas cero”, enuncia el instrumento. “La energía nucleoeléctrica no emite gases de efecto invernadero durante su producción y favorece la seguridad energética y la estabilidad de la red eléctrica, al tiempo que facilita una mayor implantación de la energía solar y eólica”.
En la actualidad, los 412 reactores nucleares que operan en 31 países suman más de 370 gigavatios de capacidad instalada y proporcionan casi el 10 % de la electricidad total del mundo y una cuarta parte de su suministro con bajas emisiones de carbono. Varios países –entre ellos Bangladesh, Egipto y Türkiye– están construyendo sus primeras centrales nucleares, mientras que muchos otros también han decidido adoptar la energía nuclear. Además, hay países que ya utilizan la energía nucleoeléctrica como China, Francia, la India y Suecia, por citar algunos, que tienen previsto ampliar sus programas nucleares.
“Los estudios confirman que el objetivo fijado en cero emisiones netas de carbono a escala mundial solo podrá alcanzarse de aquí a 2050 con una inversión rápida, sostenida y notable en energía nuclear”, afirma la declaración.
Subraya la importancia de las innovaciones en el sector nuclear, como los reactores modulares pequeños, con los que se aspira a que la energía nucleoeléctrica sea más fácil de construir, más flexible en su despliegue y más asequible. Además, la declaración sostiene que “mediante una continua gestión de su vida útil y renovación, es posible garantizar que el actual parque de centrales nucleares conserva su seguridad y fiabilidad y, por tanto, está en condiciones de suministrar energía descarbonizada a la red eléctrica y otros sectores”.
Desde principios del siglo XXI, la energía nucleoeléctrica ha evitado la emisión de unas 30 gigatoneladas de gases de efecto invernadero. También puede contribuir a hacer frente al cambio climático en ámbitos distintos de la generación de electricidad, sobre todo ayudando a descarbonizar la calefacción urbana, la desalación, los procesos industriales y la producción de hidrógeno, destaca la declaración.
“Una energía nucleoeléctrica resiliente y robusta puede desempeñar un papel más amplio en la consecución de cero emisiones netas de carbono y, al mismo tiempo, garantizar el máximo nivel de seguridad nuclear tecnológica y física”, expresa el instrumento.
El Director General Grossi, expresó que “lograr un entorno de inversión justo y propicio para nuevos proyectos nucleares sigue siendo una ardua batalla. Cuando se trata de financiar proyectos nucleares aún no estamos en igualdad de condiciones”.
“Los analistas coinciden en general en que la capacidad de la energía nucleoeléctrica tendrá que duplicarse con creces de aquí a 2050 para alcanzar los objetivos climáticos actuales. Necesitaremos aún más capacidad para ir más allá de la red eléctrica y descarbonizar el transporte y la industria”, declaró el mes pasado ante la Junta de Gobernadores del OIEA.
Como medida adicional para dar mayor relieve a la energía nucleoeléctrica, líderes de todo el mundo se reunirán en Bruselas en marzo del próximo año para celebrar la primera cumbre sobre energía nuclear de la historia, que acogerán conjuntamente el OIEA y Bélgica.
Fuente: OIEA