La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) reorganizó las actividades del reactor RA-3 y de las plantas de producción asociadas para generar un excedente para exportación.
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) inició un proceso en tres etapas para aumentar su producción de radioisótopos, insumos clave para el diagnóstico médico y el tratamiento de enfermedades, con el objetivo de obtener un excedente para exportación. La primera fase de este proceso comenzó este lunes y ya permitirá un incremento del 31%.
Los radioisótopos son producidos en el reactor RA-3, en el Centro Atómico Ezeiza. La CNEA producía una cantidad suficiente para cubrir la demanda de toda la Argentina. Ahora reorganizó las actividades del reactor y de las plantas de producción asociadas para generar un saldo exportable. Para diciembre, el objetivo es contar semanalmente con un 50% más de molibdeno 99 y un 22% más de yodo 131.
“Desde hace 25 años, abastecemos al mercado nacional de molibdeno y yodo y vendemos toda la producción. Ahora, con un gran esfuerzo de todo el personal involucrado, hicimos una reorganización para sumar un nuevo turno en el RA-3 y modificamos el día del proceso radioquímico. De esta manera, con los recursos existentes y sin necesidad de invertir nuevos fondos, logramos aumentar significativamente la producción de molibdeno y de yodo para poder exportarlos”, explica el Lic. Ariel Novello, gerente del Área Producción de Radioisótopos y Aplicaciones de la Radiación de la CNEA.
Para alcanzar las nuevas metas de producción, hubo que reorganizar los turnos y las tareas del personal. De esta manera, el reactor RA-3 del Centro Atómico Ezeiza sumó 8 horas de irradiación por semana, pasando de 66 a 74 horas de operación sin detenerse. En la segunda etapa pasará a operar 82 horas y en la tercera, 90 horas. De esta manera, para fines de noviembre estará funcionando un día más que con el esquema inicial.
“El mismo día en que el reactor termina de operar, las placas de uranio irradiadas llegan a la Planta de Producción de Radioisótopos por Fisión (PPRF), donde por 15 horas continuas se purifican los productos de interés mediante un proceso radioquímico. Los radioisótopos obtenidos pasan a la Planta de Producción de Radioisótopos (PPR) para su acondicionamiento final, controles de calidad, fraccionamiento y despacho para su comercialización”, detalla el Ing. Ariel Bellino, a cargo de la Gerencia Reactor de Investigación y Producción RA-3.
Los radioisótopos son productos efímeros: su actividad va decayendo. El ajuste en la logística, sumado a la extensión del tiempo en que se realiza la irradiación en el reactor, permite llegar al día del fraccionamiento y despacho con más radioisótopos en condiciones, logrando un aprovechamiento más eficiente de la producción.
La exportación de molibdeno y yodo generará divisas para el país. Al mismo tiempo, posicionará a la Argentina en el mercado, con vistas a la puesta en marcha del reactor RA-10, que tendrá la capacidad de abastecer un 20% de la demanda mundial de radioisótopos.
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Fuente: CNEA