La cobertura de ENULA por el acto de los 30 años de la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC) se cierra con los principales comentarios de los ministros de Relaciones Exteriores de Argentina y de Brasil, Ing. Felipe Solá y Embajador Carlos Alberto Franco França, respectivamente.
Por Lic. Daniela Bentivoglio
Tras expresar su satisfacción por el aniversario de la ABACC, el canciller argentino saludó a su colega brasileño y demás funcionarios para luego dirigir unas palabras especialmente dedicadas al Embajador Rafael Grossi: «Rafael es para nosotros una garantía de actualización tecnológica permanente al comando del Organismo Internacional de Energía Atómica, y una garantía de capacidad para mirar el futuro. Tenemos un gran orgullo como Argentina de que estés al frente del OIEA».
Luego, el ministro Solá se refirió a las máximas autoridades de la ABACC, agradeciendo su labor y retomando los conceptos de género de la Lic. Elena Maceiras: «Elena, nosotros crecimos viendo al hombre nuclear, así que me alegra que ahora existan las mujeres nucleares y que sean muchas».
Seguidamente, el Canciller subrayó: «Es bueno reconocer los esfuerzos hechos antes de la firma del Acuerdo que dio nacimiento a la ABACC, aquellos de la década del ’80». Al respecto destacó «la fe del pionero sobre el futuro y su sacrificio para convencer a las autoridades políticas de que ese futuro era posible». «En la ABACC -continuó- hay una feliz conjunción de elementos que han resultado en un funcionamiento de treinta años que ha sido excelente. La ABACC es un modelo, y el control mutuo entre Argentina y Brasil es una responsabilidad enorme. En 1991 hubo decisión política, conciencia estratégica de lo que tenía cada país en materia nuclear, visión de futuro, y confianza».
Finalizando su discurso, Solá remarcó que cuando surgió la ABACC eran momentos muy difíciles para ambos países, desde lo político y lo económico, sin embargo, «aquellos hombres y mujeres, los técnicos, profesionales, y todos los que se esforzaron en la década del ’80, que convencieron, que tuvieron visión política y confianza, pudieron ver un futuro juntos y el potencial de la unidad argentino-brasileña, después de los recelos, de los problemas fronterizos y de las miradas desconfiadas de las dos fuerzas militares. Todo eso fue reemplazado por una mirada mucho más humanística e inteligente».
«El compromiso inquebrantable con la paz y la seguridad a través del Acuerdo de Guadalajara que toman Argentina y Brasil al renunciar al desarrollo, a la producción, a la adquisición y al uso de las armas nucleares abriendo caminos para la consolidación de América Latina y el Caribe como primera Zona Libre de Armas Nucleares en el mundo indica que en unidad se puede todo. Unidos es muy difícil que alguien nos gane. Unidos es muy difícil que los sueños no lleguen. Unirse es difícil pero tiene una enorme gratificación posterior», reflexionó Solá.
Por último, volvió a tomar la palabra el Embajador Carlos Alberto Franco França, ministro de Relaciones Exteriores de Brasil: «En el día de hoy, al celebrar el trigésimo aniversario de ABACC también celebramos las ideas innovadoras que permitieron que nuestros países superaran la desconfianza mutua en el campo nuclear. El modelo de salvaguardias nucleares aplicado entre Brasil y Argentina, con sede en ABACC, fue el resultado de una ingeniería técnica y diplomática que está basado en un acuerdo que trasciende la suma de sus partes. Brasil y Argentina son los únicos estados del mundo cuyos programas nucleares están sometidos al control de dos organismos internacionales. Las revisiones recíprocas en las instalaciones nucleares se complementan con la participación del OIEA, en el marco del Acuerdo Cuatripartito firmado hace 30 años. Por lo tanto, es muy significativo poder contar con la presencia de su Director General, Embajador Rafael Grossi, cuya presencia da valor a la ABACC y su papel clave junto con el OIEA en la cabal implementación del Acuerdo Cuatripartito y representa el reconocimiento de seguridad, estabilidad y previsibilidad proporcionadas por ese acuerdo ejemplar».
«El valor político de ABACC en los términos de creación de confianza mutua es una realidad tangible. La robustez de este modelo basado en el trabajo cooperativo de dos agencias internacionales hace que los programas nucleares de ambos países estén sujetos a los más altos estándares de control y transparencia. La creación de ABACC exigió voluntad política por parte de los Gobiernos de Brasil y Argentina junto con coraje y determinación para lograr una visión común acerca de sus responsabilidades en relación a la energía nuclear y para crear las condiciones para su implementación práctica», ssotuvo el Emb. França.
«La celebración de hoy está signada por el orgullo por todo lo que se ha conseguido y por la renovada determinación de mantener y continuar con la experiencia de ABACC, cuyas tecnologías específicas -creadas por la propia Agencia- comienzan a ser utilizadas por el OIEA. Brasil reafirma su compromiso con la naturaleza pacifica de su programa nuclear y se compromete a trabajar en conjunto con Argentina para fortalecer todavía más a la ABACC y perfeccionar su estrecha cooperación con el OIEA. Confío en que ABACC seguirá siendo una fuente de éxitos e inspiración en el campo de la no proliferación. Al hacerlo, estará también contribuyendo al desarrollo de nuestros dos países y al objetivo mayor de un mundo libre de armas nucleares», finalizó el canciller brasileño.
Completando el acto, los dos cancilleres y los secretarios de ABACC descubrieron una placa conmemorativa por los 30 años de la Agencia que se enmarcó en un aplauso sin fin.
Cobertura completa:
Primera parte: https://enula.org/2021/07/especial-30-anos-de-abacc/
Segunda: https://enula.org/2021/07/especial-30-anos-de-abacc-segunda-parte/