En 2022 se inauguró el Laboratorio de Hidrología Isotópica (LHI) en el Centro Atómico Constituyentes. Allí se analizan isótopos estables en el agua para estudios hidrológicos, apoyando proyectos nacionales e internacionales.
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) cuenta, desde el año 2022, con un laboratorio dedicado al análisis de los isótopos naturales que se encuentran en el agua para realizar estudios hidrológicos. Este servicio, prestado en el Centro Atómico Constituyentes, atiende la demanda interna no solo de grupos de trabajo de CNEA, sino también del país y de la región.
“El Laboratorio de Hidrología Isotópica (LHI) es el resultado de un esfuerzo colaborativo de distintos grupos de trabajo de CNEA liderados, hoy en día, por la Gerencia de Gestión Ambiental y la Gerencia de Química de la Gerencia de Área Seguridad Nuclear y Ambiente”, comenta Gabriela Davite, responsable del Proyecto de Isotopía Hidrológica.
«¿Cómo llegamos hasta aquí? En primer lugar, con una decisión institucional de desarrollar e implementar las técnicas isotópicas para su aplicación en estudios ambientales relacionados con la gestión ambiental de la institución. Luego se avanzó a través de financiación nacional e internacional de proyectos, con la formación de recursos humanos, la compra de equipamiento y el desarrollo de infraestructura, lo que permitió alcanzar el dominio de esta tecnología», explica Davite.
El LHI aprovecha la experiencia acumulada de una destacada trayectoria de CNEA en análisis isotópicos de materiales de interés nuclear, principalmente uranio, como control de combustibles para reactores de potencia (CONUAR), experimentales, salvaguardias (ABACC) y para diferentes sectores propios de la institución.
A través de sus equipos de trabajos multidisciplinarios, la CNEA participa de distintos proyectos relacionados con la gestión integral del recurso agua en el orden nacional (ARG/7/009), regional (RLA/7/026) e interregional (INT/156) con financiación del Organismo Internacional de Energía Atómica; lo que contribuye a proyectar a la Argentina como líder regional en el empleo técnicas isotópicas en estudios hidrológicos para la gestión integral de los recursos hídricos.
En el LHI se analizan los isótopos estables (que no tienen un decaimiento radioactivo que los transforme en otro elemento) del hidrógeno, oxígeno, carbono, nitrógeno y azufre, que son de sumo interés para los estudios hidrológicos ya que contribuyen a evaluar la disponibilidad y calidad del agua en una determinada región.
“Analizamos muestras de agua correspondientes a distintas cuencas de nuestro país. Cada muestra de agua tiene su huella isotópica. Estudiándola, uno puede determinar la fuente que la origina (glaciar, precipitación nívea o líquida), su edad, y destino”, precisa el doctor en Química Ezequiel Morzan, uno de los integrantes del equipo especializado en operar la instalación. “Los resultados de los análisis que aquí se realizan dan soporte a estudios hidrológicos, contribuyendo a la gestión integral de los recursos hídricos”, agrega.
Trabajos solicitados y planes a futuro
El laboratorio cuenta con dos espectrómetros de masa gaseosos de última generación, con sus correspondientes periféricos. que permiten realizar análisis isotópicos en muestras ambientales líquidas y sólidas. Se trata de un servicio único, con un particular énfasis en la sostenibilidad a partir de la elaboración de un plan de negocios que permitió desarrollar una cartera de proveedores de insumos críticos e identificar la demanda interna, del país y de la región.
La calidad de los resultados de los análisis es atendida a través de un plan de la calidad que incluye la participación del LHI en ensayos de comparación inter-laboratorios liderados por la División de Hidrología Isotópica del Organismo Internacional de Energía Atómica.
“Nos llegan pedidos de industrias y universidades que se acercan con su requerimiento. También trabajamos con consultoras que desarrollan estudios ambientales. Es un laboratorio muy nuevo y estamos en pleno desarrollo de la cartera de clientes”, manifiesta Morzan. Y agrega: “Hay empresas, por ejemplo, de la minería, que se acercan, para interiorizarse de la tecnología, su contribución a la gestión del recurso agua, y del servicio brindado por el laboratorio”.
El LHI espera incorporar en 2024 mediciones de nitrógeno 15 y azufre 34, trazadores ambientales de alta significación para estudios ambientales relacionados con ecosistemas acuáticos y terrestres y de calidad de aguas. “El objetivo, en principio, es ser especialistas en la medición de isótopos naturales o antropogénicos en distintos tipos de matrices ambientales. Cada isótopo y cada matriz tiene su característica y dificultades particulares”, señala Morzan.
“Las acciones de sostenibilidad del LHI para 2024 incluyen la realización de dos talleres de identificación de la demanda a nivel país y la región. Estamos planeando hacer un taller virtual en el primer semestre de este año para presentar las capacidades del LHI al sector privado productivo y de servicios y al sector público nacional y provincial”, detalla Davite. “Será el segundo taller compartiendo nuestra experiencia en servicios con actores regionales interesados en la gestión integral de los recursos hídricos”, puntualiza.
Todo un desafío para un equipo de trabajo que amalgama juventud y experiencia, con una clara visión de contribuir al desarrollo sostenible de las actividades de la institución, el país y la región.
Fuente: CNEA